Los derechos laborales y el cambio climático, los ejes centrales del encuentro entre la ministra y el Santo Padre
La Vicepresidenta Segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social llevaba meses queriendo presentarle su proyecto de reforma laboral para el país. Aunque Francisco I no suele recibir a mandatarios en privado si no es para tratar asuntos relacionados directamente con la Iglesia, mostró su preocupación acerca de la situación laboral y el nivel de desempleo de España
El encuentro tuvo lugar el pasado sábado a las 11 de la mañana en la biblioteca del Palacio Apostólico. Permanecieron 40 minutos conversando a solas y, aunque la mayor parte de la reunión continuará en términos confidenciales por preferencias del Vaticano, la ministra de Unidas Podemos ha declarado ante la prensa que ha sido una reunión “muy cordial” y “emocionante”.
Yolanda Díaz acudió a la Plaza de San Pedro junto al secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Reyes, quien ha asegurado que en la reunión se abordaron temas como el cambio climático y la necesidad de empleos decentes para alcanzar democracias sanas. Según fuentes del Ejecutivo, Díaz ha viajado al Vaticano en representación del Gobierno y no a título personal, y remarcan que Pedro Sánchez fue informado de la visita con 15 días de antelación.
Los presentes de la ministra
Antes de comenzar de lleno la reunión, el pontífice le ha preguntado a la política acerca de Carmen Calvo, con la cual mantuvo otro encuentro en 2019, justo antes de los comicios. Después de que Yolanda Díaz le explicase la nueva situación de Calvo en la Comisión de Igualdad del Gobierno, se dispuso a hacerle entrega de un par de regalos. En primer lugar le obsequió con una estola fabricada con plástico reciclado por las Carmelitas Descalzas de Alcalá de Henares y, en segundo lugar, con la obra Follas Novas, de Rosalía de Castro. Así, resumió los nexos de unión entre el Papa y Díaz: la lucha contra el cambio climático y la defensa de los derechos de los migrantes y trabajadores.
Las reacciones no tardaron en llegar
Se trataba del primer encuentro del Sumo Pontífice con una dirigente de Unidas Podemos, y el primero con un político español desde la última reunión que se produjo con Pedro Sánchez el pasado octubre. El encuentro supone un paso adelante en la carrera política de la vicepresidenta, que poco a poco se forja una personalidad propia, pero también se trata de un avance para el partido morado, que ve cómo sus propuestas son escuchadas por los altos cargos eclesiásticos. Se trata de una validación internacional positiva para Unidas Podemos.
No obstante, este encuentro fue ansiado en su momento también por el anterior dirigente de la formación, Pablo Iglesias. Sin embargo, la pandemia, y la ya dañada imagen que este poseía, impidieron que esta conversación tuviera lugar. El lunes en la Cadena SER el propio Pablo Iglesias afirmó que Yolanda Díaz se encuentra en un «momento muy diferente», a lo que añadió que, con él, el encuentro hubiera tenido mucho menor «valor político».
Hoy me he reunido con el @Pontifex_es en el Vaticano para dialogar sobre el trabajo decente, la crisis de la Covid-19 y el futuro del planeta.
Construir un mundo más solidario y más justo solo es posible con diálogo entre diferentes en favor del bien común. Hay esperanza. pic.twitter.com/KsPWbnf1Js
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) December 11, 2021
La respuesta de la derecha
Todo el espectro conservador del país, desde Isabel Díaz Ayuso, que criticó la vestimenta de Yolanda Díaz, ha dedicado unas palabras acerca del encuentro que tuvo lugar en el Vaticano. Hay que tener en cuenta que Bergoglio es un dirigente religioso que ha desatado grandes críticas desde el sector más evangelista de la Iglesia católica. Sus sesgados discursos a favor de los derechos sociales de migrantes, pobres y trabajadores han provocado calificaciones hacia su persona como el «comunista» que le dedicó Macarena Puentes, secretaria de Comunicación del PP de Madrid, en un tweet que borró unas horas más tarde.
El eurodiputado de Vox, Hermann Tertsch, ya se posicionó ante la ideología del Papa calificándola como «una prueba más de un carácter indisimulable de bajeza e indignidad». Este comentario tuvo lugar cuando Francisco I dudó en una entrevista de Carlos Herrera si «España está realmente reconciliada con su propia historia».