Manual para mujeres de la limpieza es una recopilación de relatos de la autora
El libro de Lucia Berlin, publicado en 2016 por la editorial Alfaguara, se coló rápidamente en las listas de los más vendidos y demuestra que, años después, su legado es eterno.
Ojalá haberla conocido. Me pasaría horas escuchándola hablar. De aquella vez que le arrancó los dientes a su abuelo. De cómo la expulsaron del colegio por agredir a una monja. De su primera desintoxicación. De todos los empleos por los que pasó. De su familia. De sus vidas.
Sin embargo, siento que lo he hecho. Que la he llegado a conocer. Que todo lo que sé de Lucia Berlin me lo ha contado ella misma, a pesar de que falleciese en 2004, cuando yo tan solo tenía 2 años. Cómo la admiro.
Lucia Berlin literaturizó su vida entera en aquellos cuentos que escribía. Estos llegarían a mí a través de Manual para mujeres de la limpieza, la colección que agrupa no todos, pero una gran mayoría de estos escritos suyos. Lo devoré este verano: en el bus, en un restaurante mientras esperaba que llegasen dos amigas, bajo un árbol en El Retiro… Lucia Berlin me acompañaba a todas partes.

Tan políticamente incorrecta como para contar su vida sin tapujos ni mentiras. Tan sincera como para retratar con empatía experiencias de una vida protagonizada por adictos, románticos y alcohólicos. Tan enigmática como para fallecer compartiendo fecha con su nacimiento.
Temps perdu
Sus cuentos, repletos de verdad en cada palabra, nos llevan a ese tiempo perdido. A ese tiempo en el que callamos las cosas para no afrontarlas. A ese tiempo en el que echar de menos la soledad de la luna es echarse de menos a uno mismo. A ese tiempo en el que nos damos cuenta de que aquellos que no están son aquellos que más necesitamos.
“Llevo años trabajando en hospitales, y si algo he aprendido es que cuanto más enfermo está un paciente, menos ruido hace. Por eso los ignoro cuando llaman por el interfono”. Así comienza Temps perdu, el que es la joya de la corona de los relatos de Lucia. Al ver al hombre enfermo en la cama 2 de la habitación 4420 del hospital en el que trabajaba, la narradora recuerda a Kentshereve, su primer amor.
Berlin habla del amor de la infancia como quien habla de aquel amor poderoso que le mueve a seguir viviendo. Alternando recuerdos con su presente trabajo como enfermera, la narradora establece un vínculo con el paciente, creando así una nostalgia fugazmente intensa: el recordar a alguien a quien has querido mucho. De una manera u otra, el paciente se convierte en este amor.
Convierte el recuerdo de aquel tiempo vivido en una celebración del mismo. Manual para mujeres de la limpieza elogia eso. El seguir viviendo pese a todo lo malo que se te pone delante. Que no es poco.
Y llegó el sábado
Hoy se cumplen 86 años del nacimiento de Lucia Berlin. Hoy se cumplen 18 años de la muerte de Lucia Berlin. ¿Cómo logra que cada historia se sienta tan diferente? ¿Cómo hace para que cada cuento abarque tanto en tan poco espacio y sin escatimar en detalles? Berlin es un modelo literario a seguir. Confía en el poder del relato y lo exprime al máximo. Y lo hace bien.
Su prosa se encuentra desquiciada. Sientes que las palabras luchan por salir del libro y aferrarse a ti. Todo es caos en su obra. Madres espantosas, centros de desintoxicación, amores imposibles, tener que criar a tus hijos tu sola… Pero también es bonito.
Abraza lo mundano. Lo hace suyo. Convierte algo tan común como una lista de la compra en algo poderoso. Hace especial un encuentro con un desconocido en una lavandería. Es real porque es sincero. Escribía para ella, pero la necesitábamos todos.