En el Día Internacional de la Visibilidad Trans reivindicamos la importancia de su representación
Es indudable que nos encontramos en un momento sin igual para la representación LGBT+ en la literatura. Después de muchos años de dura lucha, los lectores pueden acceder a una amplia variedad de historias de todos los tipos, desde fantasía a romance pasando por acción, protagonizadas por personajes queer. No solo cada vez hay más variedad de historias LGBT+, sino que cada vez es más sencillo encontrarlas. Las grandes superficies las publicitan como si fuesen un género literario propio. Y por problemática que sea esta distinción, la ventaja es clara: las historias queer venden y cada vez son más accesibles.
Una representación muy desigual
Sin embargo, la propia representación LGBT+ no brilla por su diversidad. Especialmente en los libros más populares, ciertas historias gozan de un mayor espacio mientras que otras quedan relegados a personajes secundarios o ni siquiera aparecen. Las publicaciones LGBT+ más vendidas están protagonizadas por historias de hombres gays y, en menor medida, hombres bisexuales siempre en relaciones con otros hombres. Títulos como Heartstopper (Alice Oseman), Yo, Simon, Homo Sapiens (Becky Albertalli), Llámame Por Tu Nombre (André Aciman) o Rojo, Blanco y Sangre Azul (Casey McQuiston) son algunas de las historias LGBT+ más leídas que caen en esta categoría.
Esta representación es igual de importante que todas las demás, pero conviene reclamar margen para otras letras del colectivo. Los hombres bisexuales no solo tienen que conformarse con aparecer en historias exclusivamente homorrománticas. Las mujeres lesbianas y bisexuales merecen algo más allá de Los Siete Maridos de Evelyn Hugo (Taylor Jenkins Reid), por conocido que sea este título. Y aún así, por lo menos tienen alguna lectura popular en la que verse reflejados como protagonistas. ¿Pero qué pasa con las personas trans?
Por desgracia, no corren con la misma suerte. Las personas trans existen, igual que lo hacen el resto de identidades dentro y fuera del colectivo. Pero aún así todavía el mundo editorial no parece listo para darles el espacio que se merecen, ni siquiera dentro de la propia literatura queer. Mientras que sin pensar demasiado se pueden encontrar historias de éxito protagonizadas por personajes LGB, las personas trans siguen relegadas a un segundo plano en las publicaciones. Si nos preguntamos el porqué de esta situación, probablemente la respuesta más común a esta pregunta sea que estas historias «no venden». Pero hace diez años una historia gay suponía el mismo riesgo y el mercado parece haber cambiado.
¿No hay libros con personajes trans?
Su falta de representación es evidente. Sin embargo, por suerte cada vez son más frecuentes historias que aunque todavía no estén protagonizadas por personajes trans, sí que dejan un espacio para su realidad. Cazadores de Sombras (Cassandra Clare) probablemente es una de las sagas más vendidas y antiguas que decidió dar el salto e incluir un personaje trans ya en 2014. Colecciones queer mucho más recientes, como Heartstopper (Alice Oseman) también cuentan con personajes trans, dotándoles de mucha más importancia, aunque no lleguen a protagonizar sus propias historias.
Pero un papel secundario no es suficiente. Probablemente la que será la saga más reconocida protagonizada por un personaje trans sea Los Chicos del Cementerio (Aiden Thomas). Protagonizada por Yadriel, un brujo trans y latino, debe hacer frente a su identidad y sus poderes en un mundo que no le comprende. Una lectura que será conocida para cualquier persona familiarizada con la literatura LGBT+ pero que ha sido incapaz de dar el salto al mainstream. Quizá lo logre este 2024 cuando tras cuatro años llegue su esperada secuela.
En el panorama nacional, probablemente dos de las escritoras más populares que apuestan por personajes trans sean Iria y Selene. Este dueto imparable ha hecho de la diversidad su estandarte. Aunque no sean los protagonistas, uno de los personajes más importantes de los libros independientes Anne Sin Filtros y Seremos El Huracán es trans. Para encontrar un protagonista trans en sus libros tenemos que retroceder hasta uno de sus primeros éxitos: la saga fantástica Marabilia, marcada por un amplio reparto de personajes. En concreto, el tercer libro, Ladrones de Libertad (2017) profundiza con acierto y muy buen gusto en una historia trans, uniendo magia y reivindicación social.
Necesitamos más, mucho más
Evidentemente, si nos ponemos a buscar encontraremos multitud de libros y sagas que contienen al menos un personaje trans. Y más en la era de internet, donde las barreras de la publicación tradicional pueden sortearse con facilidad. Pero la cuestión es que no tendríamos que hacer una búsqueda exhaustiva para encontrar unos pocos títulos que reflejen la realidad de millones de personas. Los hombres y mujeres trans existen, y en un clima social hostil que parece querer borrar esta simple realidad, su representación en la literatura sirve para reafirmar un hecho que debería ser evidente.
Lo que no se ve corre el riesgo de olvidarse, de ser ignorado. En la actualidad es relativamente sencillo entrar en una librería y encontrar un libro protagonizado por una pareja gay. Una maravilla que no podemos dar por sentada, que ha costado décadas conquistar. La representación LGBT+ en la literatura importa. Por eso, en el Día Internacional de la Visibilidad Trans lo mínimo que podemos pedir es un mundo donde encontrar una historia trans sea tan sencillo como acudir a cualquier librería. Porque detrás de las personas trans irán otras muchas identidades que ni siquiera son contempladas en el día a día y son reducidas a un simple más. Por eso solo podemos exigir más y mejores historias trans para volver visible una realidad que ya existe.

