Superhéroes, crítica social e historias queer… Los Extraordinarios es la mezcla perfecta para arrancar el año
La fantasía como género está en uno de sus mejores momentos. Mientras algunos autores como Brandon Sanderson se centran en épicas batallas a lo largo de miles de páginas, otros como T. J. Klune acostumbran a centrarse en historias más cercanas contadas con precisión milimétrica. Sin embargo, esta costumbre no impide a Klune apostar por los grandes enfrentamientos cuando la ocasión lo merece. En este sentido, Los Extraordinarios supone un cierto desvío de su estilo habitual: el cozy fantasy que tanto lo caracteriza.
Con esta novela presenta un universo protagonizado por superhéroes, los personajes más populares de la ficción y que año tras año encuentran su forma de destacar en la cultura popular. Con un argumento propio de una película de Marvel y el análisis social que lo hace reconocible como autor, T. J. Klune se adentra en un entorno que históricamente ha estado marcado por la heteronorma. Y al igual que hacen sus personajes en sus enfrentamientos, Klune coge las convenciones del género y las vuela por los aires.
Los Extraordinarios: del fanfic a la realidad
Uno de los puntos más fuertes de esta propuesta de Klune es sin lugar a dudas su lenguaje. El autor escoge contar la historia de los superhéroes de una ciudad estadounidense ficticia, Nova City, a través del punto de vista de Nick Bell. Un adolescente amante de todo lo relacionado con el mundo de los superpoderes a pesar de que carece de estas habilidades especiales. Por ello, dedica buena parte de su tiempo libre a escribir fanfic sobre su héroe favorito en un blog al más puro estilo Wattpad.
Estas dinámicas del mundo fanfic acaban empapando el resto de la novela. Su protagonista piensa como un autor de fanfic, viendo las diferentes situaciones y acontecimientos que le suceden desde esta perspectiva. Utiliza un humor absurdo para tratar todos los acontecimientos que le rodean. Pero lejos de resultar cargante, esta decisión estilística aporta una gran frescura a Los Extraordinarios. Permite contar una historia sobre héroes que no se toman demasiado en serio a sí mismos, sin dejar de tratar por ello temas complejos.
Esta propuesta de Klune permite además escoger elementos que forman parte de la construcción clásica de una historia de superhéroes y jugar con ellos, llevándolos hasta el límite de la parodia. Multimillonarios malvados, héroes clandestinos, el interés romántico… todos los puntos más comunes de este tipo de historias de acción regresan en Los Extraordinarios, pero lo hacen de una forma exagerada, permitiendo de esta forma una mirada que rompe sin pretensiones con las convenciones del género.
De esto no habla DC
Los Extraordinarios hace explícitas algunas temáticas que apenas han tenido cabida en las propuestas más mainstream de DC o de Marvel, como la representación LGBT+. Es una historia marcada por las experiencias de su protagonista, Nick Bell, como adolescente queer. Se encuentra inmerso en un triángulo amoroso con otros dos chicos, admira a una superheroína drag queen, sus dos mejores amigas y compañeras de aventuras están en una relación. Por si fuera poco, escribe un fanfic de temática queer, una expresión literaria que históricamente ha estado marcada por la representación de tramas LGBT+ que no han tenido cabida en el canon.
Pero esta no es el único mensaje social de esta novela. Además de ser abiertamente gay, Nick Bell tiene déficit de atención e hiperactividad (TDAH). En este sentido, la novela sigue la estela de autores como Rick Riordan con la saga de Percy Jackson, con la que buscó hace ya casi veinte años visibilizar este trastorno. Klune muestra el TDAH en profundidad, no es relegado a una anécdota. Su medicación, las dificultades que le supone, la inseguridad que le acarrea… todo ello se trata, dando una oportunidad de sentirse representado a un público que rara vez protagoniza las grandes batallas de los héroes.
Klune también abre el debate sobre temas alejados de la identidad de su protagonista. En un mundo tan marcado por los héroes y las consecuencias de sus acciones, Klune encuentra la oportunidad para analizar de forma crítica temas tan vigentes como la violencia policial o la corrupción política. Dos temas que muestran de forma evidente el posicionamiento político del autor y que demuestran una vez más que hasta dentro de una historia en apariencia desenfadada hay espacio para las demandas sociales.
La espera será breve
En definitiva, Los Extraordinarios es una aproximación original a un género tan manido como las aventuras de superhéroes. La trilogía fluye de forma muy natural, sin que ninguna de las entregas se sienta innecesaria o densa, como suele suceder con las propuestas de este género. Y aunque se trata de una propuesta algo alejada del estilo más del autor, sigue conservando la esencia que ha cautivado a millones de lectores alrededor de todo el mundo.
La primera entrega de esta trilogía se publicó en nuestro país a principios de este año, seis años después de su lanzamiento original en inglés. A pesar de que todavía no hay una fecha oficial de lanzamiento de la segunda parte, Flash Fire, todo parece indicar que llegará a nuestras estanterías en los próximos meses, siguiendo con el gran despunte de las obras de Klune a nivel nacional. Sus lectores ya están esperando con ansia la traducción de las dos partes restantes para completar una propuesta que cumple lo que promete con su título: ser extraordinaria.
