Sandra Miret publica su primer libro desde una perspectiva feminista del séptimo arte
Damas, villanas y lolitas trata de desenmascarar y poner sobre la mesa todos los aspectos discriminatorios y que se han normalizado en el cine desde el inicio hasta ahora.
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Damas, villanas y lolitas
En Damas, villanas y lolitas, Sandra Miret trata de abrir los ojos y denunciar muchos tipos de personajes, escenas y conceptos que hemos normalizado a lo largo de la historia del cine. Su objetivo principal es hacernos reflexionar sobre si el cine es un reflejo de la realidad o viceversa, y mencionar uno a uno miles de argumentos que harán que muchas películas no sean vistas de la misma forma.
Para ello, analiza muchos personajes que se han ido convirtiendo en arquetipos, desenmascara muchas escenas y películas que se ven sin una mirada crítica y denuncia tanto violencias que han sufrido las actrices como violencias que han provocado que muchas mujeres normalicen ciertos comportamientos en la realidad.
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Representación de realidades
Sandra Miret da voz a muchos tipos de mujeres. Se ha normalizado que en las películas solo se represente una realidad y que solo este personaje sea el canon establecido con el que todas nos comparamos. El estereotipo de mujer blanca, cis, heterosexual, guapa, delgada, que tenga un novio también guapo… Es un personaje demasiado poco real y que no refleja las realidades de la mayoría de las mujeres.
En Damas, villanas y lolitas se visibiliza y se reclama la representación de otros tipos de mujeres: negras, gordas, lesbianas, no jóvenes… Es verdad que hay más representación que antes, pero para nada la suficiente. En muchas películas parece que hay unos estándares que cumplir, unos personajes que están guardados para personas de colectivos minoritarios, y si se cumple el cupo se da por hecho que la visibilidad de estas personas ya está cumplida. Y no es así.
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En muchos cortometrajes o series, el personaje que tiene papel de mujer lesbiana o gorda o negra se queda ahí. En ocasiones no se desarrolla el personaje más, no se le da importancia. Su personalidad es ser lesbiana o gorda o negra. No tiene más trasfondo. No es para nada una representación de la realidad ni donde futuras generaciones se van a ver representadas. Y esto debe cambiar.
Arquetipos
Aunque algunos de estos arquetipos no son malos, muchos de ellos fomentan muchos estereotipos y discriminaciones que normalizamos inconscientemente. Un arquetipo, como desarrolla Sandra en su libro, es una especie de tipo de personaje que, al estar en varias películas y tener características comunes, se convierte en un tipo de figura referente, un concepto con unas características asociadas.
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Sandra trata de desmontar y analizar en Damas, villanas y lolitas muchos de estos, la mayoría no demasiado buenos. Desarrolla personajes como la típica dama en apuros que espera a su príncipe para ser rescatada; el chico malo que consigue a la chica a pesar de sus malas actitudes; la lolita, una niña con algún tipo de vínculo con un hombre de edad mucho más avanzada a la suya y a la que se la sexualiza; la solterona, una mujer de edad más avanzada que ya no va a encontrar el amor; la bussiness woman, aquella que se implica tanto en su trabajo y trata mal a los demás para poder estar donde está… En resumen, mujeres que creen demasiado en el amor y lo romantizan o mujeres malas que se centran en su trabajo y no alcanzan el éxito amoroso que se cree que deberían tener.
Sin quererlo, tenemos estos arquetipos muy aceptados socialmente, aunque nunca les hayamos puesto nombre. Y muy normalizados. Inconscientemente, somos capaces de ver una película y asociar este tipo de mujer a muchos otros largometrajes. Los personajes femeninos están encasillados en unos rasgos que todos damos por hecho y permitimos. No hay sitio para la innovación, se ha normalizado así y lo aceptamos.
Nuevos términos
Otro aspecto muy interesante en Damas, villanas y lolitas son todos los términos que presenta Sandra Miret a lo largo del libro. Da lugar a muchos conceptos que tenemos en el inconsciente y sabemos relacionarlos, pero no le damos un nombre. Ella explica y desarrolla muchos términos y conceptos que son necesarios para visibilizar estos problemas que se representan en el cine.
Purple washing, Maniac Pixie Dream Girl, femme fatale, meet cute, male gaze, queerbaiting, heroic chic, fat suit… son algunos de estos anglicismos tan introducidos en la cultura del cine. Son movimientos, acciones o personajes que se siguen utilizando porque funcionan, porque los seguimos consumiendo y no los visibilizamos como problemas porque no los identificamos como tal. Se deben analizar y descubrir que hay un patrón que debe parar.
Male gaze
Todos estos problemas se inician por una razón: la male gaze. Muchas de estas películas, que ahora se pueden identificar como machistas o con poca (o ninguna) perspectiva de género, parten del hecho de que son películas escritas por hombres, dirigidas por hombres y para el consumo de hombres. No piensan en nosotras como un público objetivo. Las mujeres están en un segundo plano invisible en que no somos tomadas en cuenta y se nos excluye.
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Temas de ayer y de hoy
Mediante los puntos que remarca Sandra, se puede ver incluso la historia del cine. Remarca sobre todo el cine que vimos desde pequeños, sobre todo Disney. Pone sobre la mesa los dibujos con los que crecimos. Princesas sin amigas, la rivalidad entre chicas, el objetivo de una relación romántica con el chico guapo de la clase.
Lucha por una representación femenina diferente en el cine. No nos podemos quedar con lo que nos dijeron de pequeñas. No podemos ser el prototipo de princesa Disney. Debemos luchar para que así no sea y que así no se les muestre a las niñas de ahora.
Sandra Miret
Sandra Miret nación en Barcelona en 1996. Es analista fílmica feminista y divulgadora cultural en redes sociales sobre contenidos audiovisuales, literarios y otros productos culturales, todo esto desde una perspectiva feminista y de representación de las mujeres. Estudió Arte Dramático y Artes Escénicas en Barcelona e hizo un Máster de Edición y Gestión Editorial. Además, también hace charlas y talleres sobre la perspectiva de genero en el cine, ya que siente esta responsabilidad como espectadora y consumidora.
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Por un cine con una nueva mirada
Gracias a Damas, villanas y lolitas, podemos poner nombre a muchas realidades, conceptos y desigualdades que podemos identificar en el mundo del cine. Sandra Miret hace posible que se visibilicen y analicen muchas actitudes y formas que deben cambiar en este mundo, y lo transmite de forma que podamos reflexionar sobre esta información.
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Nos lleva de la mano en un viaje lleno de historia del cine, de conocimiento, de secretos, de discriminación… y nos lo entrega de la mejor forma posible. Hace de sus palabras una forma de manifestación y de lucha por las injusticias. Porque, como se puede ver, aunque poco a poco, esta situación ha cambiado con los años. Y más que va a cambiar. Porque nosotras lo haremos así.
