Odio y racismo en las calles de Dublín tras un apuñalamiento el pasado 23 de noviembre
El jueves 23 de noviembre, la capital irlandesa recibía la sombría noticia de un apuñalamiento múltiple, en el que resultaron heridas 5 personas, entre ellas tres niños y una mujer, además del propio atacante. Menos de 24 horas más tarde, la misma ciudad amanecía entre escombros y cenizas tras una larga noche abanderada por el grito “Irish lives matter”.
El detonante tuvo lugar a la salida de un colegio local a las 14:00. Un hombre se lanzó con un cuchillo sobre tres alumnos que salían del recinto acompañados de una profesora. Una niña de 5 años y la mujer siguen hospitalizadas en estado grave, así como el atacante, que recibió heridas cuando algunos testigos trataban de desarmarle.
El dedo ya estaba en el gatillo, solo faltaba apretar
Rápidamente, se extendieron rumores acerca de la nacionalidad del sospechoso, que fue detenido en la misma escena del crimen. Aun sin haber sido confirmado por la policía (los Gardai, o guardianes de la paz, en irlandés), el diario digital Gript publicó a las pocas horas un primer artículo que se refería a este como un inmigrante ilegal argelino.
Se cree que las llamadas a la acción comenzaron a través de grupos extremistas en el servicio de mensajería Telegram, y luego pasaron a X, donde la violencia verbal escaló sin reparos bajo los hashtags #IrelandIsFull y #IrishLivesMatter. Se incluyen aquí comentarios del célebre luchador de artes marciales Conor McGregor, quien publicaba una declaración de guerra.
Ireland, we are at war.
— Conor McGregor (@TheNotoriousMMA) November 22, 2023
Al caer la noche, ya se concentraban en la calle grupos de manifestantes, que con el tiempo de multiplicaron, y con ellos, la violencia. Comenzó entonces una larga jornada de protestas y disturbios, que enmascaraba un fuerte sentimiento antiinmigrante con el pretexto de ser una defensa de la juventud irlandesa.
Al menos 34 de los protagonistas han sido detenidos, aunque los Gardai aseguran seguir tratando de identificar a los individuos que se ven entre los videos que documentan la noche y ahora circulan en redes. En ellos también se ve como coches, un autobús, y el vagón de un tranvía ascienden en llamas. 14 comercios también fueron víctimas de vandalismo, y un hotel de la franquicia Holiday Inn también fue afectada tras difundirse el rumor de que ofrecía albergue a refugiados.

El arma de fuego de la ultraderecha
Drew Harris, el Comisario Jefe de la Garda, culpó directamente a «facciones lunáticas de los hooligans» y a la «desinformación«, según publicó El Mundo. Observando 13 millones de publicaciones a través 12 plataformas digitales, analistas locales ofrecen estudios que muestran cómo este movimiento racista ha ido creciendo desde la pandemia, primero con la oposición a los confinamientos, y después con ataques dirigidos contra los inmigrantes, contra la comunidad LGBT o contra elementos de la cultura «woke«.
La República de Irlanda está presenciando cifras migratorias récord desde el fin de la pandemia, por una creciente economía que busca mano de obra y la guerra en Ucrania. Con ello, sin duda, observa también un repunte en los discursos de odio. Muchos de estos se dirigen a sectores de la población en estado de precariedad, y apuntan el dedo hacia la población recién llegada.
Este es uno entre muchos tópicos del movimiento ultraderechista internacional, que no se puede observar por países, sino en su conjunto; siendo confirmado por the Irish Times que muchas publicaciones originaron fuera de la isla. Todo mensaje racista supone echar leña al fuego, desviando así la mirada de las raíces sistemáticas de, en este caso, los índices de desempleo y pobreza en Irlanda.
Un jueves cualquiera se convirtió en un jueves de sangre y violencia, y no es más que una consecuencia directa de la subversiva intolerancia y el terror que se mueve en las redes sociales. Este incidente en Irlanda es una llamada de atención internacional. Apela a la puesta en marcha de nuestro juicio crítico, y ante ello, conviene más que nunca armarse de conocimiento e información, verificada y de fuentes fiables.

