«Llevamos 5 años de un gobierno que dice ser feminista y nos siguen matando»
Libres y Combativas nació en 2018 como una plataforma feminista impulsada por Izquierda Revolucionaria y el Sindicato de estudiantes. Desde entonces se han convertido en el referente feminista de muchos jóvenes y en las líderes de las convocatorias de huelga estudiantiles feministas.
Tenemos la suerte de poder hablar con Coral Latorre, portavoz de Libres y Combativas, sobre los principales aspectos al rededor de este 8M.
Pregunta: ¡Hola Coral! Desde vuestra plataforma, ¿cómo animáis a la gente a participar en este 8M?
Respuesta: ¡Hola! Bueno, desde Libres y Combativas, junto con el Sindicato de Estudiantes, lo que estamos haciendo es convocar huelga general estudiantil para este 8 de marzo. De hecho, es una tradición que se ha establecido ya en los centros de estudio que cada 8M se vacían las aulas. Vamos ya 7 años convocando esta movilización porque consideramos muy importante que la juventud pueda participar en el 8 de marzo, que seamos las protagonistas también de esta jornada y creemos que la forma más positiva de fomentar que el 8 de marzo sea un día de lucha, de reivindicación y que sean movilizaciones masivas, pues es, también, poniendo el sello de las jóvenes y de los jóvenes desde primera hora de la mañana. Por eso estamos convocando la huelga estudiantil, y por eso también convocamos movilizaciones a las doce de la mañana en más de 30 ciudades para ya empezar este 8 de marzo por todo lo alto.
P: Hay mucha gente que no está a favor de este día. ¿A qué crees que se deben estas opiniones? ¿Qué significado tiene para las mujeres este día que mucha gente no ve?
R: Bueno, evidentemente, claro, hay gente que no está a favor del 8 de marzo y hay gente que sigue negando que existe la violencia machista, que la violencia machista es un invento ideológico… Evidentemente, la polarización social que existe, que se ve a izquierda y a derecha, también tiene un reflejo dentro del terreno feminista. Con estas opiniones, yo creo, que el punto fundamental, centrado en la juventud de estos discursos que pueden crecer de negacionistas de la violencia machista, es el discurso de la extrema derecha. Nosotras, como Libres y Combativas, defendemos, porque sabemos que es así, que la gran mayoría de la juventud es feminista, es antifascista, es antirracista… pero la juventud no es un bloque homogéneo. También el discurso de la extrema derecha se cuela en algunos sectores porque nuestros centros de estudio no están al margen de lo que pasa en la realidad y, por tanto, pues esos discursos que todos los días escuchamos, no solo desde las desde la tribuna parlamentaria, sino en los medios de comunicación que le dan voz. También todas las sentencias de la justicia patriarcal que en el fondo te están diciendo que violar te sale gratis, pues, evidentemente, eso tiene un efecto que es que un sector de jóvenes considere que la violencia machista no existe.
También hay otro punto que para nosotras es fundamental y que tiene que ver también con cómo está creciendo la violencia machista entre la juventud, entre un sector de jóvenes, o el porqué cada vez hay más manadas tan jóvenes es el consumo de la pornografía. Es increíble ver los niveles de pornografía que ahora mismo tratamos entre la gente joven y, sobre todo, es increíble ver como todavía, a pesar de que llevamos años exigiéndolo, no existe una asignatura de educación sexual. Realmente, la única forma, creemos nosotras, o la forma más potente de poder erradicar las conductas machistas entre la juventud, o incluso también en un futuro que la gente ahora es joven, pero que en un momento dado dejarán de serlo, es precisamente educar desde las aulas en la igualdad, en el respeto, tolerancia y en la diversidad también. No solo en los derechos de las mujeres, también en los del colectivo LGTBIQ+.
P: ¿Cuál crees que es nuestra mejor arma para combatir, individual y colectivamente, contra las violencias machistas?
R: Desde Libres y Combativas lo tenemos muy claro. La mejor arma para combatir la violencia machista es de una forma colectiva y es como hemos hecho hasta ahora, que es basándonos en la movilización, basándonos en la lucha. De hecho, si lo pensamos bien, hace unos cuantos años, hace 10 años, una cosa así, las movilizaciones del 8 de marzo no eran tan multitudinarias como lo son ahora, y fue al calor también de que la gran mayoría de las mujeres normales y corrientes que empezaron a participar, se hartaran, porque también el movimiento feminista no es solo un grito de guerra contra el machismo, contra la justicia patriarcal, el hecho de no poder caminar por la calle sin tener miedo, y todo lo que el machismo conlleva. Si no que es también un grito de guerra contra la desigualdad laboral, contra la precariedad, las crisis económicas que lo que hacen es poner todavía más recortes sociales sobre nuestros hombros. Por eso el 8 de marzo se ha convertido en lo que es. Y se ha convertido también en lo que es gracias a los métodos que hemos utilizado, que han sido las huelgas generales feministas, las movilizaciones…
Por tanto, nosotras consideramos que, evidentemente, todas las medidas individuales que podamos hacer de concienciación, por supuesto que son muy positivas, pero que el movimiento feminista ha demostrado que la única forma de poder luchar contra el machismo y conseguir la libertad y justicia por la que tantas luchamos, es a base de la lucha colectiva. No lo vamos a conseguir una a una o aislando los casos, sino al contrario: uniéndonos y demostrando nuestra fuerza cuando nos unimos en la calle.
P: Desde hace un par de años, en Madrid, la manifestación del 8M se divide en dos ramas: por un lado, marcharán las defensoras de la Ley Trans y, por otro, las feministas abolicionistas de la prostitución y contrarias a la autodeterminación de género. ¿Crees que esta diferenciación ha afectado negativamente al feminismo?
R: Nosotras creemos que este discurso sobre la división del movimiento feminista, o esta diferenciación, forma parte de una estrategia clara para tratar de dividir y para tratar de debilitar al movimiento feminista. El movimiento feminista en estos últimos años ha demostrado que es imparable y que, además, tiene un claro contenido de clase y revolucionario muy poderoso. Ha habido muchas estrategias por tratar de confundir y de debilitarnos: desde que todas las mujeres estamos juntas en el mismo barco y que los hombres son nuestros enemigos… Es decir, que una mujer trabajadora de la limpieza y que Ayuso o Marta Ortega, la jefa de Inditex, por el hecho de ser mujer, somos lo mismo, cuando sabemos que no. Luego vinieron también otras excusas, como que la huelga no sirve, que es una herramienta patriarcal. Incluso que la reina Letizia iba a hacer huelga. Ahora ha llegado el tema de introducir el veneno de la transfobia dentro del movimiento feminista.
Nosotras, como Libres y Combativas, somos muy claras al respecto: estamos totalmente en contra de esta estrategia pensada. Además, creemos que intenta introducir el Partido Socialista dentro del movimiento feminista, porque evidentemente ellas defienden un tipo de feminismo distinto, más cómodo, que no hace ruido, que no quiere molestar a los empresarios, que no quiere poner los puntos sobre las íes. Nosotras estamos totalmente en contra de esta estrategia. Lo que hace es introducir una división entre las mujeres trabajadoras y el colectivo LGTBIQ+ o, en este caso, las personas trans, cuando lo que se ha demostrado es que el feminismo es la lucha contra todo tipo de opresión. Por tanto, nosotras como feministas no podemos oprimir a uno de los colectivos más oprimidos por este sistema capitalista y patriarcal.
Desde libres y Combativas, por supuesto que defendemos la abolición de la prostitución, de la pornografía, de los vientres de alquiler, porque consideramos que son las formas más violentas y crueles de violencia machista contra la mujer. Es un debate que se ha introducido de forma muy pensada para eso, para decir: “No, pues mira, las mujeres salimos un día, el colectivo otra…”, cuando aquí lo que se trata es de unir fuerzas.
Por tanto, nosotras no creemos que haya afectado negativamente al feminismo, sino que lo que demuestra es que dentro del feminismo hay una división de clase, igual que sucede en muchos otros movimientos. Lejos de ser negativa, lo que hace es clarificar que tipo de feminismo tenemos que defender, y que si realmente queremos arrancar todos los derechos que nos pertenecen, tenemos que defender el feminismo que hemos defendido millones en las calles. Un feminismo de lucha, combate, de clase, revolucionario y que apunte al sistema capitalista como la raíz de toda nuestra opresión.
P: El lema de la manifestación del Movimiento Feminista de Madrid es: ‘La prostitución no es un trabajo. ¡Abolición ya!’. Mientras que el de la comisión del 8M es: ‘Patriarcado, Genocidios, Privilegios #SeAcabó’. ¿Qué opináis de estos lemas?, ¿los veis adecuados? ¿Habríais añadido algo?
R: Bueno, respondía antes un poco un poco a esta cuestión, el punto no es tanto los lemas porque claro, tú puedes ver el lema de ‘La prostitución no es un trabajo. ¡Abolición ya!’, que puedes estar totalmente de acuerdo. Nosotras estamos de acuerdo en que la prostitución no es un trabajo, es esclavitud sexual y que se tiene que abolir ya, pero el punto es saber quién está detrás, porque lo que esconde ese lema y esa manifestación es la transfobia más vomitiva, sinceramente.
Nosotras este 8 de marzo estamos más en sintonía con el eslogan que plantean la Comisión 8M de: ‘Patriarcado, Genocidios, Privilegios, #SeAcabó’. En el sentido de que consideramos que es muy importante este 8 de marzo vincularlo directamente con lo que está sucediendo en Palestina y que miles de mujeres este 8 de marzo vamos a hacer también de esta jornada un día de solidaridad con el pueblo palestino. Porque lo que está sucediendo es un horror sin fin. Es un Holocausto en vivo y en directo que lo están televisando y estamos viendo todos los días cómo matan de hambre y cómo asesinan a miles de a miles de personas. Y por eso también, pues claro, ‘Patriarcado, Genocidios, Privilegios #SeAcabó’ en el sentido de que consideramos que es muy importante señalar que hay un genocidio en marcha y que tenemos que señalar también la hipocresía del Gobierno español diciendo que apoyan al pueblo palestino, pero luego en la práctica se niegan a romper relaciones políticas, económicas y militares con el estado genocida de Israel.
El lema que hemos puesto en para la huelga estudiantil feminista es: “¡Nos siguen matando y violando! ¡Basta ya de negar la violencia machista!” Y por supuesto hemos añadido también: “¡Alto al genocidio sionista en Gaza!”. Porque consideramos que es importante señalar que aquí hemos escuchado muchas promesas por parte del gobierno central. Somos las primeras que nos alegramos, enormemente, de que el Partido Popular y Vox fueran derrotados en las elecciones generales y que no pudieran formar gobierno, porque sabemos el infierno que eso significaría para la gran mayoría de las mujeres. Pero también tenemos que ser claras, llevamos 5 años de un gobierno que dice ser feminista y nos siguen matando y violando y aquí no pasa absolutamente nada. No cambia nada. Seguimos siendo nosotras las muertas. Todos los días nos despertamos con las mismas noticias y no cambia la situación. O nos dice la ministra de Justicia que hay que aceptar las sentencias patriarcales, o se niegan a poner en marcha lo que comentaba antes, una asignatura de educación sexual… Ahora con el genocidio en Gaza, una hipocresía brutal.
Por eso consideramos que es importante señalar en esta dirección. Por otra parte, también decir, “basta ya denegar la violencia machista” a la extrema derecha que son responsables directos de colocar el movimiento feminista en la diana. No solo se ríen del feminismo, se ríen de las víctimas. No solo niegan que existe la violencia machista, provocando así también que evidentemente la cultura de la violación se perpetúe, sino que, además, allí donde gobiernan recortan todos nuestros derechos. Por eso consideramos que es importante que esta huelga y que estos lemas de esta convocatoria vayan en esta dirección, hacía decir: “Oye, oye, Gobierno, tenéis que hacer algo porque nos siguen matando y violando”, y, por otro lado, decir, “Somos feministas, antifascistas y colocamos a la extrema derecha como lo que son, como nuestros enemigos”.
P: Del mismo modo, ¿crees que el hecho de que el feminismo se haya politizado ha influenciado negativamente?
R: Libres y Combativas no consideramos que el feminismo se haya politizado, sino que el feminismo nace como algo político. El movimiento feminista es político. Evidentemente, y no te puedes explicar este auge de la movilización que empieza especialmente en 2017, si no es como respuesta, también, a todo lo que era entonces: el gobierno del Partido Popular de Rajoy, la crisis económica. Es decir, yo no creo que el feminismo se haya politizado, sino que a medida que avanza se convierte en algo más político porque es una de las expresiones más avanzadas de la lucha de estos últimos años. De hecho, el 8M se ha convertido en el día clave de movilización también, por ejemplo, contra la extrema derecha. Yo no creo que haya influido negativamente. Al contrario, creo que cada vez las personas que participamos en este movimiento estamos más convencidas de que si queremos que de verdad se nos haga caso y cambiar las cosas, tenemos que dar fuerte y apuntar al corazón del sistema.
P: Analizando desde el pasado 8 de marzo, ¿crees que han mejorado las medidas y situaciones de violencia machista en España?
R: Pues nos duele mucho decir esta respuesta, pero creemos sinceramente que no, que no ha mejorado mucho la situación sobre la violencia machista o la situación de la mujer en el Estado española desde el último 8 de marzo. Por eso es lo que decía antes, que es verdaderamente desesperante, por decirlo de alguna manera, y bastante vergonzoso también, que todos los días escuchamos que el Gobierno son los más feministas y las más feministas y luego en la práctica nuestra situación continúe igual. No es cierto que esté al cien por cien igual en el sentido de que ha habido también un avance en la conciencia muy grande de miles de personas, tanto de mujeres como de hombres, de ver que evidentemente la violencia machista continúa estando presente en todos los ámbitos de nuestra, de nuestra vida. Es decir, que sí que se han conquistado cosas y se han avanzado, incluso a nivel legislativo, por ejemplo, con el tema de la ley de “Solo sí es sí”. Aunque evidentemente fue recortada vergonzosamente por el PSOE junto con el Partido Popular, y el tema de la ley trans. Pero incluso esas medidas legislativas que fueron muy positivas, ahora vemos como son boicoteadas en primer lugar por el Partido Socialista y luego también por la judicatura, que continúa tratando de golpearnos con sus, como lo hemos visto ahora con el caso de Dani Alves, que es totalmente ridícula la pena que le han que le han impuesto.
Y claro, la situación no mejora, no porque la sociedad no esté dispuesta a avanzar o a mejorar, sino porque quienes deberían tomar las medidas necesarias para ello no lo hacen. Hay que castigar ejemplarmente a quienes nos asesinan, nos violan, nos agreden física o psicológicamente.
Hay que despedir y sancionar a todos los policías, los jueces, los fiscales, que con su actitud favorecen a la impunidad de los de los agresores. Hay que depurar todos los elementos machistas que siguen existiendo dentro del aparato del estado, hay que meter medios materiales y construir casas refugio para las mujeres maltratadas. Hay que también, por ejemplo, derogar la Ley de Extranjería y regular todas las personas y proceder a la regularización de todas las personas migrantes para que estas mujeres no sean empujadas a la trata, a la prostitución. Hay que garantizar, por ejemplo, el derecho al aborto libre, gratuito y seguro en la sanidad pública, que es increíble que en pleno 2024 el aborto, en la práctica, esté totalmente privatizado y que no puedas acceder a este derecho en un hospital público. Hay que luchar también contra la iglesia y contra sus tentáculos que existen dentro de la educación pública, porque muchas veces hablamos del machismo, la homofobia… Sí, sí, pues ahí lo tienes. Si es que la educación pública y concertada está controlada por la Iglesia católica. Hay que luchar contra todo eso. Hay que luchar también contra la prostitución, la pornografía, el tráfico de mujeres endureciendo las penas a los proxenetas, evidentemente, no persiguiendo a las víctimas, a las prostitutas, que son las víctimas de esta situación. Hay muchísimas cosas que se podrían hacer, que el Gobierno debería hacer, pero que no se está haciendo. Y ese es la gran, en fin, la gran pena en el sentido de decir: “Joder, hemos avanzado muchísimo, pero quedan muchas cosas por hacer todavía”.
P: ¿Cuáles crees que son los mayores desafíos que enfrenta el feminismo en la actualidad?
R: Los desafíos son los que tenemos que enfrentar cada año cuando llega el 8 de marzo y todo el mundo se intenta poner el lazo morado, cuando luego son los mismos que perpetúan la cultura de la violación, la violencia contra nosotras, atacan nuestros derechos… Yo creo que el mayor desafío es seguir enfrentando todas aquellas estrategias que lo que pretenden es hacer de nuestro movimiento algo light, algo superficial y que no haga ruido. Hay mucho interés por acabar con el 8 de marzo, por hacer que vuelva a ser un día donde salían unas cuantas personas y ya está. Aunque es un desafío, estamos convencidas de que la gran mayoría de las mujeres que participamos en este movimiento no vamos a permitir que se intente acabar con todo lo que hemos construido.
P: ¿Qué sensaciones has experimentado en las manifestaciones del 8M?, ¿Con cuál te quedas?
R: Todas las que participamos en el movimiento feminista, creo que el 8 de marzo es uno de nuestros días favoritos del año, porque, evidentemente, es nuestro día. Se acerca el 8 de marzo y te sientes fuerte. Cuando estás en la manifestación y estás cogiendo una pancarta rodeada de mujeres que igual no has visto en tu vida, pero que sientes como tus compañeras, como tus amigas, porque estáis allí luchando por lo mismo, es una sensación muy gratificante. Hay muchas experiencias en cada manifestación, pero el hecho de estar con los megáfonos, y que la gente, las compañeras y todas las mujeres que estamos allí estemos tan seguras. Que es lo que debería ser. O como se cantan las consignas de la calle y la noche son nuestras, de sentir que estamos en un espacio seguro, de sentir que si seguimos por este camino vamos a conseguir mucho… Todo esto son experiencias muy gratificantes.
Yo que soy compañera de Libres y Combativas, y que al final de las manifestaciones muchas veces damos discursos, leemos el manifiesto y compañeras que se acercan a agradecer, no a mí personalmente, sino a Libres y Combativas y al sindicato de estudiantes por impulsar la movilización. Es algo que muchas veces se nos olvida. Estás en tu día a día, con muchas presiones, vas a la uni o a trabajar y piensas: «Joe, ¿seré yo la única que cree que está todo mal?». Y luego, cuando vas al 8 de marzo y ves que hay tanta gente luchando contra el machismo y contra todo lo que este sistema supone para las mujeres trabajadoras, te das cuenta de que no. Somos la gran mayoría quienes vemos que algo va mal y somos la gran mayoría las que estamos dispuestas a cambiarlo
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P: ¿Cómo visualizáis el futuro en relación con el feminismo?
R: Yo creo que el movimiento feminista tiene mucho futuro porque evidentemente lo que estamos denunciando, igual que, por ejemplo, cuando fueron las movilizaciones en agosto, con todo el tema de Rubiales, esa agresión asquerosa que todas y todos vimos. Cuando decíamos “Se acabó”, yo creo que es un poco el futuro que tiene el movimiento feminista combativo, porque hemos dicho “Se acabó”, y lo hemos dicho de verdad. Que no estamos dispuestas a seguir siendo el felpudo de nadie; que no estamos dispuestas a seguir pasando miedo por la calle; que no estamos dispuestas a tener que soportar el machismo, pero no solo en la calle, sino en nuestros centros de trabajo, en nuestros centros de estudio; que no estamos dispuestos a soportar el machismo, tampoco en nuestras propias familias.
Entonces, yo creo que a este movimiento le queda mucho recorrido, sobre todo porque a lo que apuntamos es algo muy serio. Y no es algo que decimos a la ligera, apuntamos a todo el sistema capitalista. Lo que hemos visto en estos últimos años, es lo que el capitalismo tiene reservado para la gran mayoría de la sociedad, especialmente para la gran mayoría de las mujeres. Es machismo, es guerra, es genocidio, es tener la justicia que tenemos, que como es posible que Dani Alves o los violadores de tiktok no pisen la cárcel. Mientras que activistas de la izquierda son puestos en prisión por ir a una manifestación, o ahora los 6 antifascistas de Zaragoza por salir a una manifestación condenados a 6 años de cárcel. Es una bestialidad. Por eso, claro, pues sí le queda mucho futuro al movimiento feminista y, evidentemente, también porque hay toda una generación de jóvenes que no nos vamos a resignar, que no nos vamos a arrodillar, que evidentemente va a costar porque nadie nos va a regalar absolutamente nada. Pero es que todos los derechos que tenemos ahora y de los que gozamos que también nos intentan arrebatar, como podría ser el derecho al aborto, no lo regaló nadie, lo conquistaron nuestras madres, lo conquistaron nuestras abuelas y, por tanto, sabemos que, si el presente es de lucha, el futuro será nuestro.
