Frente al pragmatismo y el olvido, los votantes darán una lección en las urnas, según la mayoría de fuentes
Los escándalos de Podemos y Sumar han recobrado importancia en las últimas dos semanas, si es que en algún momento la perdieron. Durante este periodo, El Ministerio Público ha archivado dos denuncias a Monedero, La primera se centraba en delitos sexuales y la presentó la plataforma Xuntos por Galicia. La segunda era debida a comentarios machistas a varias alumnas en su clase. Fue archivada después de analizar el expediente enviado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). En respuesta, la denunciante ha presentado un escrito ante la UCM para que se reactive la vía disciplinaria contra el expolítico.
El PP también se ha visto salpicado por los escándalos. El conxelleiro de Mar de la Xunta, Alfonso Villares, ha anunciado su dimisión el jueves 5, después de que se diera a conocer una denuncia contra él por agresión sexual. El presidente gallego, Alfonso Rueda, ha admitido que conocía desde febrero la denuncia.
Parece pues, que lo largo del espectro político, los partidos persiguen el voto a costa de la transparencia con sus votantes. Para examinar este precepto, El Generacional ha hablado con un periodista, un exvotante de Podemos, y los militantes y exmilitante que dieron su análisis en las anteriores partes del reportaje.
Una mirada periodística
«Han sido congruentes con su estrategia electoralista, no con su discurso político», así explica la hipocresía mostrada Luis G. Carpizo, quién ha escrito crónicas políticas y columnas para El Español. También ha sido columnista en El Norte de Castilla. «A veces pensamos que los partidos políticos, de hecho, los partidos políticos de izquierdas, solo buscan el avance social. No, los partidos son máquinas electorales», analiza.
Carpizo señala que aunque Podemos y Sumar se vendían no como partidos, sino como movimientos, han acabado buscando el rédito electoral, no perder votos. Sin embargo, opina que: «es una mala praxis que les va a pasar factura electoral».
Carpizo esperaba un seguimiento mediático más exhaustivo del caso de Monedero. Considera que Elisa Mouliaá es más conocida que las denunciantes de Monedero . Pero también piensa que Podemos es un partido «residual», «irrelevante en el marco político actual».
«Lejos queda la guerra sucia que supuestamente se hizo contra Podemos y que pretendía que no llegase al poder. Si llega a pasar hace 10 años, habría sido el escándalo del siglo» – Luis G. Carpizo.
«La mayor decepción de mi vida, después de la amorosas», concluye Carpizo sobre la degeneración de Podemos.
¿Caerá el voto?
Desde el PP, el presidente de las Nuevas Generaciones de Rivas-Vaciamadrid, Jesús Martínez, considera que va a cambiar el voto de muchas personas. «Lo que la gente castiga mucho en las urnas es la incoherencia, la hipocresía», declara. Carpizo, por su parte, también opina que va a afectar, y sino debería hacerlo. «Me preocuparía, si los votantes tradicionales de podemos, que se mueven en el marco del feminismo, siguen votando a un partido que ha tenido de cofundadores a dos presuntos abusadores».
La Organización Comunista Revolucionaria (OCR) sigue una línea similar, resaltando como Sumar, con su defensa de Errejón y la propia existencia del escándalo, ha defraudado aún más a los «pocos» votantes que tenía. «SUMAR no tiene los intereses de las mujeres trabajadoras, acosadas y oprimidas en mente, son hipócritas».
Los comunistas piensan que Podemos comenzó su declive con la entrada de Iglesias al Gobierno, con su salida cayó en la irrelevancia y el escándalo de Monedero ha sido un golpe más a su reputación. Por lo mismos motivos que dan para el caso de SUMAR, predicen que los votos se verán afectados negativamente.
El ex responsable político municipal de Podemos Antequera y ex representante de la comarca de Antequera por el partido, Juanjo V. Peláez, apuesta por la visión contraria. El pragmatismo hará votar dentro de los partidos que se presupone sacarán escaño. «Habrá gente que aún sintiendo un poco de vergüenza ajena terminará votando a Más Madrid, Izquierda Unida, Sumar ya depende de como se configure… prácticamente porque no hay otra cosa».
La política de un partido regionalista augura que al no tener unas elecciones cercanas, el elector no se acordará de los escándalos de aquí a dos años. Incluso va un paso más allá: «Sobre todo, creo que el elector de izquierda entiende que el machismo es estructural». Siente que el ser de izquierda no inmuniza contra la educación y sociedad en la que construimos y nos desarrollamos como personas.
Pero, ¿qué dicen los votantes?
Joel Guerra votó por última vez a Podemos en las elecciones europeas de 2024. Nunca más. «No puedo seguir votando a un partido que esconde los delitos que cometen sus integrantes»
Considera «firmemente» que el problema viene de la mala repartición del poder en Podemos. Pero achaca esta a la envidia y desconfianza entre integrantes, en vez de a la falta de formación de la que hablaba el exmilitante podemita. Guerra siente que las malas actitudes se hicieron notar desde la salida de Pablo Iglesias, cuando el partido tomó un rumbo completamente diferente.
Alabanzas a la líder de Podemos
«A Irene Montero le cogieron bastante envidia por su profesionalismo y compromiso con los colectivos más olvidados y perjudicados». Guerra cree que esa envidia llevó a la división de la izquierda española y al deterioro del propio partido.
En su caso fue precisamente Montero quién le mantuvo como votante. «Es una adelanta para nuestro país, y tengo claro que algún día las generaciones que vengan después de nosotros sabrán valorar el gran trabajo que hizo«. Sin embargo, después del encubrimiento de lo que el partido sabía de Monedero, siente que Podemos, al igual que Sumar, ha dejado su mensaje político «por los suelos».
«Para los votantes es una vergüenza. Nos sentimos estafados y mentidos en nuestra propia cara» – Joel Guerra
En cuanto a la disculpas de Raque Ogando, la activista que filtró los comportamientos de Monedero, a el ex político, le parecen un error fruto del miedo a las posibles represalias. «No hay porqué disculparse de algo que sabes que está bien hecho y de lo que no te arrepientes, eso implica dejar a un lado tus principios como persona».
Como estudiante de Periodismo, la cobertura mediática del tema le parece, en general, «bastante morbosa» y «para nada profesional». Aunque piensa que depende mucho del medio.
Lo que ya califica de «puramente morboso» es el tratamiento por parte del resto del arco parlamentario. Piensa que les vale cualquier motivo para intentar «frenar a la izquierda progresista». Poco importa arrastrar a las personas inocentes, «si hay aún», dentro de ambos partidos.
En busca de soluciones
Tanto si Podemos y Sumar sufren las consecuencias en las urnas, parece claro que se necesitan soluciones. Para Sumar, una de ellas fue dar luz verde a un protocolo de acoso sexual, en enero de 2025. Por su parte, Podemos cesó a un candidato de Sumar por Izquierda Unida de Baleares, después de verse implicado en denuncias anónimas en redes. Pero, ¿realmente ha habido cambios en la estructura de los partidos? ¿Y debería haberlos? Las declaraciones recogidas a lo largo del reportaje indican en su mayoría que sí, pero solo el tiempo dirá si pueden estar en lo correcto.
(Esta es la tercera de las tres partes del reportaje)
