Arscesis, esa editorial que antepone la calidad literaria, el amor por la cultura y, sobre todo, el valor por la palabra al simple hecho de publicar
Hoy es el día de la poesía. Allá por el año 1998 la UNESCO decidió proclamar el 21 de marzo, Día Internacional de la Poesía. Un dato a tener en cuenta es que dicha propuesta fue realizada por el editor Antonio Pastor Bustamante. Para mí todos los días es el día de la poesía. Desde niño, he hecho de la lectura mi medio de transporte. Mi cosmos individual. La he convertido en un sustentáculo vital, ya que sin ella no podría vivir. Sin embargo, no estoy aquí para hablaros de mi afinidad hacia la palabra, hacia el verso y su forma de moldear el lenguaje. Estoy aquí para hablaros de una editorial. Bueno, más que una editorial, me atrevería a decirles que es una de las editoriales que más cuida el plano artístico y literario en nuestro país. Hace muchísimos años que convertí la lectura en mi medio de transporte y, sobre todo, esta acción me ha permitido indagar, conocer y enriquecerme de un sinnúmero de editoriales vinculadas principalmente al género poético. Una de ellas es Arscesis.
¿Qué es Arscesis?
Su nombre resulta llamativo. Arscesis es una editorial fundada en el 2015. Entremezcla dos palabras: ars (arte) y ascesis (ejercicio encaminado a la perfección interior). Los propios miembros de la editorial recalcan la “búsqueda de un término que represente de alguna humilde forma el esfuerzo y compromiso con el Arte de Espíritu”.
Su catálogo está compuesto por libros de grandes artistas: Sharif, Juancho Marqués, Gata Cattana o el propio Rafael Lechowski. Este último, es el fundador de la misma. Arscesis es de las pocas editoriales que dispara ráfagas de aforismos y poemas de la mano de autores a los que vale la pena leer: José Manuel Díez, Ángel Guinda, Maite Alba, Merlina Acevedo, María Podd, entre otros. María Podd es la encargada de darle vitalidad espiritual y artística a muchas de las portadas de los libros que se publican. María es la pintura personificada en la efigie femenina, la beldad pictórica hecha carne y hueso. No lo digo yo, señores. Las portadas que realiza a mano y el tiempo que dedica a ellas, hablan por sí solas.
Unicidad
Dentro del panorama editorial actual, unicidad y Arscesis son sinónimos. He tenido la suerte de conocer por dentro cómo funcionan los grandes grupos editoriales, cómo se mueven, cómo distribuyen sus obras. Amigos míos, me apena. Me sumerge la angustia cuando se antepone el beneficio a la calidad literaria. El beneficio al cuidado de la palabra. El beneficio a publicar por el simple hecho de vender ejemplares.
Arscesis no tiene nada que envidiar. Cuentan nada más y nada menos con más de 15 años de divulgación en distintos ámbitos: música, pintura, literatura. Además, tal y como reflejan ellos mismos en su web “nos representan autores de visión profunda y comprometida que han comprendido la creación como una necesidad y hacen del arte una carrera de autoconocimiento y transformación”.
Ipseidad
Me alegra ver que se respete la cultura. Que aún existan editores que primen la calidad literaria. Satisface muchísimo como lector de poesía que haya editoriales como Arscesis que no publiquen libros, sino auténticas obras de arte.
Cada página de los poemarios desprende un olor a ternura, un cuidado exquisito y único. El receptor siente a todas y todos los que han trabajado en la obra. A todos esos seres invisibles que hacen posible la llegada de un ejemplar a nuestras manos. Qué poco se habla de ellos, qué poco se habla del corrector ortotipográfico, del ojo que propone ideas al poeta, de la pupila que aconseja humildemente las posibles mejorías para que los libros se acerquen o, mejor dicho, intenten arrimarse a la pulcritud. Ojalá valorásemos el trabajo que hay detrás, ojalá valorásemos los átomos de creatividad que desprende un escritor cuando empieza a darle forma a su obra. Ojalá valorásemos las manos que hacen posible que los libros publicados por Arscesis reposen en una estantería.
En definitiva, Arscesis es una editorial con un catálogo muy amplio. Con unos autores cuya calidad literaria desprende armonía, serenidad. Poetas que conocen las entrañas de la lengua, del verso y saben utilizarlo porque lo aman. No hay nada más admirable en esta galaxia que amar y respetar la poesía. Dos acciones imprescindibles antes de considerarse “poeta”. Simplemente, porque no todo lo que se etiqueta como poesía lo es. La poesía nunca ha perseguido beneficios. Siempre ha estado ligada a la cultura, al espíritu, al sentir espiritual. Precisamente, parámetros que emanan editoriales como Arscesis.