El Generacional entrevista al ganador de Tu cara me suena 9 con la vista puesta en su paso por el programa y sus nuevos proyectos
Tras quedar sexto en Operación Triunfo 2017, Agoney decidió apartarse del foco mediático para trabajar en su primer álbum, Libertad. Con él se posicionó en lo más alto de la lista oficial de ventas en España y pudo subirse a los escenarios con dos giras simultáneas. Ahora, la misma semana en la que se proclamó ganador de la novena edición de Tu cara me suena, ha vuelto con un nuevo sencillo: Bangover (que significa «resaca sexual»). Con esta declaración de intenciones, el canario inicia una etapa diferente en su carrera y, seguramente, la más brillante.
Pregunta: Antes de nada, ¿cómo estás?
Respuesta: ¡Muy bien! Estoy muy feliz, digiriendo todo lo que ha ocurrido en estas últimas semanas, que ha sido muchísimo. Pero muy contento. Tenía ganas de trabajar mucho, de estar en activo, de no dormir, incluso, así que no puedo pedir nada más. ¡Bueno, sí! Siempre se puede pedir más (risas).
P: Después te pregunto por eso… Bueno, ahora que estás a tope con la promoción, confiesa: ¿qué es lo peor de hacer entrevistas?
R: No… A mí me gusta. Creo que lo peor, quizás, es madrugar, porque son muchas horas. Hoy, por ejemplo, estoy de nueve de la mañana hasta las diez de la noche. El otro día, la última entrevista empezó a las 12 de la noche, así que no me voy a quejar. Son jornadas muy largas, a lo mejor de 14 y 15 horas, pero no pasa nada, me lo paso muy bien y puedo hablar con gusto.

P: Operación Triunfo fue tu salto a la fama, pero Tu cara me suena ha conseguido que mucha gente nueva te conozca. ¿Qué diferencias has visto entre ambos programas a la hora de salir a la calle o recibir comentarios en redes?
R: Hombre, Tu cara me suena es un formato muy amable. Es un programa para pasarlo bien, entonces no genera tanto debate como Operación Triunfo; no genera ese conflicto. Es muy diferente el ambiente que se vive. La gente, ahora cuando me comenta sobre el programa, lo hace con una sonrisa en la cara siempre y no con ese resquemor cuando me decían: “Tendrías que haber ganado tú” o “Jo, qué rabia que no te haya salido tan bien no sé qué actuación”. No, ahora son todo risas, y me gusta eso.
P: Cuando saliste de Operación Triunfo… ¿Pensaste que tendrías otra repercusión mediática igual de grande?
R: No, no. Yo tenía claro que mi punto iba a ser apartarme un poco. Necesitaba respirar y, luego, ponerme a trabajar duro para conseguir realmente mi sueño, que es ser cantante. Y eso hice, ponerme a trabajar. Y llevo ya casi cinco años… Nos hacemos viejos, todos (risas). Cinco años después estoy alcanzando cifras que no había alcanzado nunca, y también a nivel mediático con un programa tan bonito y el más visto de la televisión: Tu cara me suena. Es una repercusión muy grande que, al final, no te lo imaginas. La vida no deja de sorprender… Y lo que queda por venir.
Sí, hace unos días conseguiste 400.000 oyentes en Spotify, que eso no lo tenías desde Operación Triunfo.
Exacto, pero ni siquiera era con mi música.
Claro, era con las versiones.
Exacto, así que se agradece mucho.
P: Varias veces has descrito tu actuación de Bruno Mars en la gala siete como un punto de inflexión. ¿Qué ocurrió y qué impacto tuvo en ti y en tu forma de concebir el programa?
R: Fue muy complicado ese personaje porque la forma de cantar de Bruno es muy diferente a la mía. Era una canción muy cantada, no era como las anteriores que eran como: “Bueno, voy a cambiar un poco la voz y ya está”. Era muy difícil y me agobié demasiado. Ahí fue cuando me dije: “Mira, tienes que disfrutar, tienes que relajarte. Si esto lo voy a sufrir, lo voy a sufrir de verdad”. Y lo sufrí mucho, lloré en plató y todo (risas).
P: Gala ocho, Michael Jackson. ¿Cómo viviste tu única derrota en el programa?
R: ¿Por qué derrota?
Porque quedaste último…
Ah, ¿quedé último? No lo sabía (risas).
“¿Derrota? Yo no” (risas).
¿Sabes lo que pasa? Te lo voy a explicar. No quiero desmerecer las votaciones, ni mucho menos, pero cuando llega el momento estoy tan cansado, pero tan cansado, a un nivel tan reventado, que a veces incluso digo: “Me voy a caer de sueño aquí, me voy a morir”. Así que no, a mí lo que me importa es hacer una buena actuación o, al menos, hacerlo lo mejor posible. Luego ya, bueno, es lo de menos.
Lo que ocurrió con Michael Jackson fue muy complicado. Empezando porque venía de LOS40 Music Awards y solo tuve un día para aprenderme la coreografía y la canción. La conocía, pero no me sabía la letra y con la melodía en muchas partes me liaba; no sabía muy bien cómo iba. Y la coreografía cero, imagínate… Encima, en el programa se recortan las canciones, entonces en tres minutos o menos tienes que hacer todo. Es imposible. De repente, tuve un día para hacerlo todo porque al día siguiente ya fuimos a plató. Y luego, cuando llega el directo, se me rompe el In-Ear, y era como: “Venga, va, ¿algo más?”. Pero para todo lo que ocurrió, salió muy bien.
P: Sí, salió muy bien, por eso no entendí que quedaras último (risas). Bueno, gracias a tus imitaciones, ¿has aprendido algo nuevo de tu voz?
R: Sí, mucho, mucho. Sobre todo, a la hora de componer estoy aprendiendo que no tengo por qué siempre llevar una línea, sino que tengo un abanico amplio en mi voz, ¿no?
P: ¿Eres más versátil de lo que pensabas?
R: Sí, exacto. Esa es la palabra, versatilidad (risas). Sí, he aprendido a ser versátil. Eso no puede quedar muy bien en la entrevista… (risas). Musicalmente, añade (risas).
P: En Tu cara me suena son muy fans de las anécdotas. Cuéntame una durante tu paso por el programa que recuerdes con especial cariño y aún no hayas explicado.
R: Uf, es que hay tantas… Mira, hay una que no es bonita, pero es graciosa. No es bonita porque en su momento sufrí mucho. Salí de interpretar a Mónica Naranjo y había muchas prisas porque nos teníamos que ir al hotel corriendo, y no me pude quitar bien las cejas, que van con pegamento. Y dije: “Déjame el producto y yo me lo quito en el hotel”. Total, que no me llevé el producto. Cuando llegué al hotel, lo intenté quitar. Estuve dos semanas rascando y me arranqué muchos trozos de cejas… Así es la vida.

P: Bueno, ya están recuperadas (risas). A diferencia del beso de Operación Triunfo, el de Tu cara me suena lo diste de forma natural, sin pensar. ¿Qué ha cambiado en ti para sentirte tan suelto ante las cámaras?
R: Ha cambiado todo. A ver, también la trayectoria, que perro viejo… Hace que uno sea mucho más natural y esté más relajado. Y eso yo lo agradezco, y aún creo que me falta mucho para llegar a ser cien por cien yo en la tele y llegar, incluso, a cantar como yo creo que puedo cantar. Todavía hay algo en mí que sufre mucho y tiene mucho miedo, pero me lo estoy quitando de encima. Y el beso, pues claro… No podía hacer otra cosa. Me dejé llevar por la emoción del momento y yo soy así en realidad. En OT también lo hice con todo el cariño del mundo y porque me salía así, no lo hice con intención de nada. Así que, eso también me enorgullece. Siento que las cosas que he hecho en mi vida desde muy pequeño las he hecho porque las siento. Qué bonito.
P: Has mencionado que tienes pensado mejorar en televisión. ¿Eso significa que quieres volver a hacer algo de tele?
R: Claro, es que yo nací en la tele. La gente me conoció en la tele y, a veces, ahí me siento como en casa. Y siempre que esté ligado a la música… ¿Por qué no? Es decir, no contemplo un MasterChef.
Aunque te invitaron.
Es cierto. Pero no, eso no lo contemplo. Pero algo que esté ligado con la música, ¿por qué no?
P: De cara al futuro, quizás uno de tus proyectos más claros sea una colaboración con Olly Alexander de Years & Years.
R: Ah, ¿sí?
P: Sí, ¿no? Si al final se hace realidad, ¿cómo te imaginas la canción?
R: Muy marica (risas).
Es la respuesta que estaba esperando (risas).
Si Olly y yo hacemos un tema… Puede implosionar el mundo. Así, con una bandera arcoíris… (risas). Podría ser muy guay. A lo mejor, de repente nos nace hacer otra cosa más íntima o más emotiva… Nunca se sabe. Al final, es un artista enorme con unas grandes capacidades y cualidades que puede hacer lo que le dé la gana.
Y se ha convertido casi en tu fan número uno.
Qué mono, él. A todo le da like…
P: En una entrevista confesaste que te habías inspirado en el personaje de Angel de Pose para crear Bangover. Explícame un poco esta relación.
R: Yo te lo explico. Angel era un personaje que estaba sometido a una presión muy grande, y tuvo una evolución en la serie muy bestia. Pasó de ser alguien muy chiquitito a lograr un sueño muy bestia y a ser la persona que domina su mundo. A mí eso me impactó mucho, me emocionó. Yo con la serie lloré la vida. Y quise escribir sobre ella. Dije: “Yo tengo un poco de Angel, también”. Todos tenemos un poco de Angel dentro, y me apetecía escribir sobre ese empoderamiento y esa fuerza que tiene y que tenemos en común. Creo que mucha gente se puede sentir comprendida con ello.

P: La portada del single te convierte en un personaje de videojuego, pero ¿a qué te refieres cuando comparas el sexo con un juego?
R: Hombre, porque cuando yo decido darle la vuelta a la tortilla y ser la persona dominante, decido que voy a jugar con todo eso. Voy a usar todo lo que me ha hecho daño para jugar con ese chico, del que me pillo en el vídeo, por ejemplo, y digo: “Esta noche va a ser mía y voy a usar mi jockstick para manejar la noche como me dé la gana”.
P: Has confirmado que vas a ir publicando singles antes de sacar un nuevo álbum. ¿Cómo llevas el proceso de composición? ¿Ya tienes alguna canción que quieras sacar a la luz?
R: Por supuesto que sí, la cosa está avanzada. Estoy muy feliz porque sigo haciendo lo que me apetece, sigo creando, sigo investigando… Hay veces que me agobio porque digo: “Joe, hoy no es mi día, siento que no sé crear de repente”. Es algo que nos pasa a todos. Pero, a la vez, tengo tanta ansia, tanto por descubrir y tantas ganas de descubrir tantos estilos musicales… Probar cosas, probar con mi voz… Creo que, tanta ansia, no me da para hacerlo en un solo álbum o en una canción.
P: ¿Y crees que estás en busca de tu estilo o que tu estilo es tener muchos estilos?
R: Yo creo que, sin quererlo, cuando escuchas Libertad, mi primer disco, se oye algo que se sabe que soy yo. Más allá de mi voz, en las producciones hay algo que se sabe que es mío, y a mí eso me gusta. También, como tengo la capacidad de componer y producir, creo que estoy creando esos sonidos que tengo en mi cabeza, y eso es una marca: no estoy dándole una canción a un productor para que la haga y punto, sino que sé el sonido que quiero que acompañe a la letra. Eso hace que tenga un estilo muy propio.
P: Bangover la tenías ya producida, se destruyó y la produjo otro. ¿Por qué no quisiste volverla a producir tú?
R: No podía (risas). Estaba en mil proyectos a la vez, pero como ya estaba producida y estaba todo grabado, solo había que replicarlo, entonces era un trabajo estúpido que yo lo hiciera cuando había otra persona que lo podía hacer súper bien y que, incluso, podía darle un toque diferente y de mayor calidad, por supuesto. Me gustó mucho el trabajo que hizo Kasem. Yo también estuve con él acompañándolo durante el proceso de producción y fue muy guay trabajar con él.
P: Ya que llevas el proceso de composición tan avanzado, ¿crees que tu próximo disco tendrá más canciones que Libertad?
R: Pues eso no lo sé, porque no depende de mí. Depende de mi equipo de trabajo (risas) y de lo que me dejen hacer.
P: Pues se lo pedimos a tu equipo de trabajo (risas). Bueno, dices que los singles los utilizas para divertirte, aunque Black, MÁS y Edén no opinan lo mismo (risas). En esta nueva etapa, ¿significa eso que en tu próximo álbum vamos a ver al Agoney intenso que tanto nos gusta?
R: Sí. ¿Te gusta?
Claro.
Ah, genial. A mí, a veces me da miedo ser tan intenso, pero yo al final soy muy intenso. Y claro que vamos a ver a ese Agoney intenso, por supuesto… Y creo que mucho más intenso que nunca, sí.
P: Lo compro (risas). Tus dos últimas canciones rompen bastante con el estilo de Libertad. ¿Cómo surgió esta nueva apuesta musical?
R: Me apetecía un poco separar la era de Libertad y empezar una nueva. Y me apetecía un poco bailar… Claro, venía de conciertos íntimos, a piano, muy densos, complicadísimos a nivel vocal y con mucha implicación emocional, y necesitaba bailar y tener un poco de bangover en mi vida (risas).
P: Si Libertad fue un desahogo tras tu salida de Operación Triunfo, ¿qué será tu próximo disco?
R: Eso te lo tendría que explicar cuando tengamos el próximo disco en mano…
Pues ojalá poderte entrevistar después.
Por supuesto (risas), eso se va a dar sí o sí; eso lo pido yo. Y ojalá sea más pronto de lo que queremos todos.
P: También has comentado que ya has cumplido tu sueño de poder dedicarte a la música, pero que aún te quedan muchos retos por cumplir. ¿Cuáles son?
R: Uf… ¿Empiezo? (risas). Uno de ellos, sin ir más lejos… Bueno, sí, yendo lejos, porque quiero ir a Latinoamérica (risas). Quiero hacer conciertos allí porque solo tuve la oportunidad de hacer uno, luego llegó la pandemia y me rompió todos los planes. Porque el plan inicial era sacar el disco en abril e, inminentemente, salir de gira. Yo quería actuar en Latinoamérica regresando, que justo habíamos ido a Argentina. Pero no se pudo dar. Así que, ojalá ya todo se ponga bien, podamos sacar el disco y podamos ir a Latinoamérica, que yo me muero de ilusión. Además, dije que la primera vez que yo pisara México me iba a tatuar. No sé si voy a poder por la piel, pero si puedo lo hago.
P: Gracias a tu propia experiencia y tus sesiones de psicólogo has conseguido quitarte mucha presión y algún que otro miedo. ¿Crees que ahora estás más seguro de ti mismo?
R: Sí, sí. Estoy mucho más seguro, lo que pasa es que, a veces, esa seguridad se va por la borda y, de repente, no sé qué me ocurre. Pero al final somos humanos, ¿no? Y el miedo escénico existe, mucho, y a veces siento que va a más. Pero supongo que es la responsabilidad y la edad, que hace que tengamos más miedo. Pero para eso estamos trabajando, para que esos miedos queden aparte y podamos seguir saliendo al escenario. El problema sería si me impidiera salir al escenario…
P: ¿Cuando haces tus propios conciertos tienes miedo escénico?
R: Sí, mucho. Un poquito menos, porque al final soy yo, son mis canciones y es la idea que yo voy a defender, y eso me hace sentir fuerte y seguro. Pero, aun así, hay mucho miedo. A veces, debería componer un poquito más fácil porque hago cosas muy complicadas, pero así soy, así soy (con voz aguda).
P: Los próximos días 1 y 2 de abril actuarás en Madrid y Barcelona en el festival LOS40 Primavera Pop y, obviamente, esperamos verte interpretar en directo Bangover. ¿Puedes dar alguna pista, por minúscula que sea, de tus actuaciones? ¿Te veremos bailar?
R: Con Bangover me van a ver bailar un poquito, no mucho. Me van a ver sentir un bangover, por supuesto. Hay que vivirlo, ¿no? Y, claro, cantando Bangover en ese WiZink Center estoy esperando a que la gente grite ese: “Grita, dime, ¿cómo fue?” (cantando). Así que vamos a ver si la gente se lo aprende de aquí a allá; yo creo que sí.
P: Para terminar, propuse por Twitter a tus fans que me dijeran preguntas y traigo tres de ellas. La primera es de Mercedes: ¿hay algún aprendizaje de tu paso por Tu cara me suena que puedas aprovechar en la composición de nueva música?
R: Sí, justo lo que te dije antes de la versatilidad, tanto con mi voz como a la hora de producir. No hay límites, y quiero investigarlo todo. El programa me ha dado eso.
P: Pregunta de Sonia: desde la distancia… ¿Cómo valoras el impacto que tuvo el lema “Por el amor, la libertad y la visibilidad” en tanta gente, entre la que me incluyo?
R: Fue súper importante y, a día de hoy, me sigue impactando. De hecho, el mismo 3 de marzo estaba con Marc, mi pareja, que no conocía ese día, y se lo expliqué y es muy bonito recordarlo. Lo recuerdo con mucho cariño y lo repetiría una y otra vez.
P: Yo también lo recuerdo con mucho cariño… (risas) Y para terminar… La pregunta más importante la plantea Daniela: ¿qué llevas en tu foto de perfil en redes, falda o pantalón?
R: Llevo falda, y la publicaré dentro de poco. Está mal que yo lo diga, pero estoy guapísimo… Salgo como un pincel. Ya lo verán.
Pues muchas gracias, Ago.
A ti, por favor.
