Películas que pueden no ser para todos los gustos, pero que en estas fechas son muy necesarias
Rechazada por algunos, pero muy querida por otros; así es la fiesta de Halloween. El 31 de octubre se celebra la víspera del Día de Todos los Muertos o Día de Todos los Santos (como se conoce en España), pero Halloween es una fiesta conocida por su cultura impregnada de monstruos, historias de terror y fantasmas.
Una de las actividades de ocio más comunes, es ver películas de terror. Pero estas películas siempre son las mismas; Viernes 13, Pesadilla en Elm Street, El Exorcista, Pesadilla antes de Navidad, La Familia Addams y un largo etcétera de clásicos más. Así que a continuación, incluimos una lista de diez películas algo más desconocidas por el público mainstream para ver en esta época del año.
Hereje (2024)
La religión puede ser un tema complejo, ya que en el mundo existen multitud de ellas, pero, ¿cuál de ellas es cierta? En Hereje, producida por A24, seguimos la historia de dos jóvenes misioneras mormonas que durante una visita predicando la palabra, terminan en casa del Señor Reed (Hugh Grant), un hombre de apariencias misteriosas.
Rodada casi íntegramente en un solo escenario, la película aprovecha la intimidad del espacio cerrado para construir una tensión asfixiante. Los diálogos de esta película hacen reflexionar sobre el concepto de la religión y su presunta verdad absoluta, poniendo toda creencia de las jóvenes en duda. Hereje no recurre al terror sobrenatural, sino al horror que surge de la manipulación, el fanatismo y la duda.
Skinamarink (2022)
Esta película definitivamente no es para todo el mundo. La película propone una experiencia hipnótica y perturbadora: dos niños se despiertan en medio de la noche y descubren que las puertas y ventanas de su casa han desaparecido. Sin mostrar casi nada explícitamente, la película convierte la oscuridad y el sonido en sus principales herramientas para evocar el miedo más primitivo: el de estar solo, en casa, y sentir una presencia invisible.
Esta película no cuenta una historia, lo que busca es provocar una sensación de aislamiento, soledad y terror en lo cotidiano. Su ritmo lento y su estética granulada pueden desconcertar, pero precisamente ahí reside su fuerza: en hacernos sentir atrapados en un sueño del que no podemos despertar.
Host (2020)
Rodada en pandemia y con una gran inspiración del concepto de película de terror por videollamada de Eliminados (2014), Host conecta a un grupo de amigas por llamada en Zoom para hacer una sesión de espiritismo.
Con apenas una hora de duración, y con su mezcla de humor, sustos bien medidos y realismo digital, esta cinta es sin duda interesante de ver. Llegando a parecer un experimento que se siente demasiado real.
La Autopsia de Jane Doe (2016)
Una joya del terror sobrenatural con toques de thriller forense. Un padre y su hijo, ambos forenses, deben practicar una autopsia a una mujer sin identificar hallada en un crimen misterioso. A medida que avanzan con el proceso, el cuerpo comienza a revelar secretos imposibles.
Sin recurrir al exceso de sangre ni a criaturas visibles, el horror se construye en torno al misterio del propio cuerpo, símbolo del mal que no muere. Es sin duda alguna, un filme que te deja en la silla sin saber qué está pasando hasta el último minuto.
Wrong Turn (Km. 666: Desvío al infierno) (2003)
Perderse en mitad del bosque puede ser una pesadilla, sobre todo cuando el peligro no proviene de la naturaleza, sino de quienes la habitan. Esta película retoma el terror rural que una vez dio La matanza de Texas (1974), esta vez en mitad de un bosque y con unos caníbales deformes de una familia endogámica persiguiendo a unos jóvenes perdidos.
Aunque parte de un argumento sencillo, su crudeza visual y su enfoque sin concesiones la convirtieron en una sorpresa dentro del cine de terror de principios de los 2000. Es un slasher muy bueno, del que han nacido un total de seis terribles secuelas más.
Una chica vuelve a casa sola de noche (2014)
Definida como “el primer western iraní de vampiros”, esta película en blanco y negro de Ana Lily Amirpour mezcla terror, romanticismo y estética indie. Ambientada en una ciudad ficticia, sigue la trama de una misteriosa vampira que vaga por las calles en busca de justicia.
Amirpour utiliza el mito del vampiro para hablar del poder, la soledad y la resistencia femenina. Una chica vuelve a casa sola de noche no busca asustar, sino embrujar; un cuento oscuro que mezcla cine de autor y terror con elegancia y melancolía.
Cherry Falls (1999)
Con Brittany Murphy como estrella de este slasher, viajamos al final de los 90 con una premisa algo inusual. En un pequeño pueblo estadounidense, un asesino en serie empieza a atacar a jóvenes vírgenes, provocando que el instituto entero se plantee soluciones tan absurdas como inquietantes.
Cherry Falls combina ironía, crítica a la moral sexual y el estilo de las películas de terror de instituto, convirtiéndose en una rareza que merece ser redescubierta. Con humor negro y un tono provocador, ofrece una mirada ácida a la hipocresía moral y al doble discurso del puritanismo estadounidense.
Payasos asesinos del espacio exterior (1988)
Este disparate y fantasía del cine de serie B de los 80 no podía faltar. Extraterrestres con forma de payasos llegan a la Tierra y comienzan a atacar a los humanos con armas ridículas, desde pistolas de palomitas hasta algodón de azúcar mortal.
Con efectos prácticos, humor absurdo y una estética kitsch, esta película se ha convertido en un icono del cine de terror camp y cómico. Los hermanos Chiodo crearon un universo visual propio que, décadas después, sigue inspirando disfraces y cómics.
Campamento Sangriento (1983)
Uno de los slashers más extraños y comentados de los años 80. Ambientada en un campamento de verano, la película sigue a un grupo de adolescentes que empieza a ser asesinado por un misterioso atacante. La película es una joya del género y del cine queer, ya que es una pieza bastante controversial para la época, con personajes trans y homosexuales.
Su final, aún hoy polémico, le ha asegurado un lugar en la historia del terror como una obra atrevida e inquietante. Es una de esas películas que, pese a su apariencia ingenua, deja una huella duradera.
The Taking of Deborah Logan (Profecía Sangrienta) (2014)
La película sigue a Mia, que está grabando un documental sobre el Alzheimer contando la vida de Deborah y de su hija, Sarah, pero pronto descubre que algo maligno se manifiesta a través de Deborah. La cinta destaca por su progresiva sensación de descontrol y una interpretación magistral de Jill Larson.
Lo que empieza como un registro médico termina convirtiéndose en un descenso al horror absoluto, con un clímax que ya es clásico del género found footage moderno. La película es una alegoría al miedo más real que puede tener el ser humano: el olvido y la pérdida de identidad.
Estas diez películas son obras de las que no muy a menudo se habla, pero que ofrecen propuestas distintas dentro del terror. Recuerdan que el cine de terror sigue siendo uno de los géneros más versátiles para explorar los temores, las creencias y las sombras de la sociedad.
Halloween es la excusa perfecta para descubrir historias que no siempre tienen cabida en las carteleras, pero que dejan huella mucho después de que terminen los créditos. Así que este 31 de octubre, hay que recordar que para encontrar las verdaderas joyas, hay que rebuscar.
