Wicca, magia, una maldición, y un trío de amigas inseparable. Con esta premisa, Rotmore sale al mundo para deslumbrar la literatura fantástica
Rotmore es la segunda novela en solitario de Beatrice Greemwood (1993). Con ella, la autora quería acercarse a un mundo oscuro en el que todo es más profundo de lo que parece, tal y como ella dice: «Como una manzana que se va pudriendo por dentro». Rotmore ha supuesto un antes y un después para Beatrice, no solo es su nueva apuesta para conseguir realzar la literatura fantástica española, sino que es una prueba de que su trabajo siempre tiene «un cambio de tuerca» a las tramas convencionales a las que estamos acostumbrados.
Pregunta: ¿Por qué escribiste este libro?
Respuesta: Este libro es antiguo. Lo escribí antes de la pandemia, incluso en 2018. Otros proyectos se pusieron en el camino (Los Absolutos, Nueva Esfera), y lo de escribir es muy vocacional, pero también tienes que ver por dónde se mueve el mercado. Por ese entonces, lo paranormal no se movía tanto y lo dejé de lado. Pero llegó un momento durante la pandemia en el que me encontré con Rotmore en el ordenador, y pensé: “¡Ostras! ¡Qué fuerte, esto existe!”. Y era un momento en el que yo necesitaba conectar con estos personajes, con Alhena, Cass y Hailey. De todos mis libros, son los personajes con los que más me identifico. Me puse a escribir más, y lo fui desarrollando. ¡Empezó como una idea muy diferente a lo que es ahora!
P: ¿Qué tan diferente?
R: Antes estaba mucho más enfocado a lo espiritual y lo paranormal. Soy un poquillo bruja… estuve investigando sobre la Wicca, los velos, inciensos, velas… ¡esto es muy friki! Pero dije, “¿Por qué no vamos más por este estilo? Cosas más sencillas, que son también de magia, que están en nuestro día a día, pero que no los hemos dado tanto a conocer”. Empecé a estudiar muchísimo sobre el tema, y le di este enfoque mucho más dark academia. Me gusta muchísimo cómo me ha quedado, y cuando empecé con Siren Books, me pidieron otra obra y envié esta: me dieron la luz verde. ¡Pero les envié el último enfoque! Estuve comentándolo mucho con Natalia, la otra chica con la que escribo, y lo mejor fue que yo borrase todo y empezase de nuevo con la perspectiva que yo quería
P: ¿Cuál ha sido tu mayor inspiración?
R: Apartando el estudio, Embrujadas fue una gran inspiración. En mi libro son tres, y ella son tres… en la Wicca el 3 es un número que tiene muchísimo significado, tenían que ser tres. Hécate es una de las grandes deidades a las que se reza, la Diosa luna, y también están la luna llena, la luna creciente y la menguante. Siempre se las representa como la doncella (la bruja novata, la que menos experiencia tiene, la que más impedimentos tiene), que para mí es Hailey. Luego está la luna llena, representada por la dama (el equilibrio, el poder entre el uno y el otro), que para mí es Alhena. Luego está la sabia (el poder absoluto, el dominio completo…) que para mí es Cass. ¡Y claro, es que son tres!
P: Citas mucho a Edgar Allan Poe, te influencias en su trabajo, ¿o en su forma de ser?
R: Me he querido basar en su obra. He estudiado muchísimo más su obra que a él. Lo que no estudio no me gusta documentarlo en mis libros, siempre pienso que puedo meter una pifiada.
P: O sea, ¿no recomiendas el “escribe de lo que no sabes”?
R: No, no, no, para nada. De hecho, para Nueva Esfera estudié un montón de cultura griega, y para esto he estudiado mucho a Edgar Allan Poe y la Wicca, lo que para Poe significaba el sentido de la muerte, que era muy poético… y al final, en este libro los personajes están en una parte del Velo, otros están en la otra parte, unos quieren que unos vivan, pero es imposible, el sentimiento de echar de menos, superar una pérdida… Lleva un mensaje importante que no veo en los demás libros, y considero que es necesario, el cómo sobrellevarlo. Las tres protagonistas tienen una pérdida diferente y se trata cómo cada una lleva la muerte de una forma distinta. En la poesía de Edgar Allan Poe se reflexiona mucho con la muerte, había que meterla.
P: ¿De qué viene la palabra ‘Rotmore’?
R: Es el nombre de la ciudad, y quería que sonaba “duro”. Rot es podrido en inglés. La ciudad tiene una maldición que afecta a todo el mundo pero que no conocen, y es como si se pudriera una manzana desde dentro: no lo ves, pero está ahí.
Alhena, Cass y Hailey: El grupo de amigas al que te gustaría pertenecer
Beatrice Greemwood ha querido tener una novela con presencia puramente femenina. En un mundo en el que aún se recupera de un tajo masculino influyente en papeles protagonistas, Beatrice tenía claro que es fundamental dar voz a todo tipo de mujeres en historias rompedoras, donde se puedan desenvolver tal y como ellas son y quieren ser.
Aunque diferentes entre sí, Alhena, Cass y Hailey forman un grupo de amigas lleno de excentricidad, abordado por personalidades fuertes y distintivas. Alhena ha perdido a sus padres, y con ello, ha perdido una parte de ella. Cass está obsesionada con el poder y su ambición la carcome por dentro. Hailey es tan insegura que solo quiere acercarse un poco más a la perfección que deslumbra la chica de la que está enamorada. Beatrice Greemwood admite que se ha partido en tres para poder escribir a sus tres protagonistas.
Ellas son las encargadas de romper la maldición que aborda la ciudad a la vez que se enfrentan a sus desafíos personales, porque tal y como nos cuenta la sinopsis del libro… ¿no es el amor el origen de todas las maldiciones?
P: ¿Ha habido fragmentos reales tuyos que has plasmado en este libro?
R: Hailey es una chica plus-size, y las inseguridades que ha tenido Hailey han sido siempre mías. Cómo ella los combate, cómo se planta delante de un espejo y trata sus mensajes de positivismo que te tienes que poner cuando tienes un cuerpo no normativo, sobre todo cuando estás en un instituto, o en un colegio. Esas inseguridades son las mías.
R: El mal carácter de Cass, por mucho que no me guste reconocerlo, es el mío. Cuando se me pone algo entre ceja y ceja… ¡Soy muy exigente! Conmigo misma y con los demás, con lo que me rodea. Considero que esa exigencia se me puede ir de las manos, sobre todo respecto a alguien. Soy muy: “¡Joder, venga, lucha por ello, que puedes conseguirlo!” (risas) Y hay veces que se me va un poco de las manos. Su carácter es el mío.
R: Alhena sobre todo… bueno. Empecé a escribir este libro con el fallecimiento de mi abuela en mente. No dejaba de pensar en ello, y fue un proceso muy curativo. De hecho, en Nueva Esfera, hay un personaje que es Lita, que es mi abuela. Estos dos libros, tanto Nueva Esfera como Rotmore los empecé este mismo año. Todo el proceso de sanación mental que lleva Alhena… su desesperación mental al cometer estupideces (Por ejemplo, su: ¡Me estoy enamorando de alguien que no debería para nada!), esa cabeza caliente de no pensar las cosas antes de hacerla, es mía.
P: ¿Por qué elegir a tres chicas de protagonistas? A parte del significado del número tres… es muy difícil escribir tríos.
R: Yo quería hacer un libro con tres protagonistas por el simple y puro hecho (aquí viene mi parte friki) de que estoy obsesionada con Harry Potter. Es una meta personal a nivel escritor: Quería conseguir mi Golden Trio. Además, ¡yo tengo un trío de amigas y funciona perfectamente! Si que ves en el libro que Hailey y Cass tienen un pique continuo, y que Alhena va más a su rollo. Pero creo que eso es lo bonito, el ver cómo congenian y cómo respetan el espacio de la otra. Para mí siempre ha sido muy necesario que las amistades entre sí sean sanas, y quería mostrar eso. Que ninguna tenga que renunciar a sí misma. Es muy adolescente, pero al final es la audiencia de este libro: No renuncies a ti misma por llevarte bien con alguien. Cass no renuncia a nada por estar con Hailey, y al revés. Era por mi necesidad de tener un Golden Trio y hacerlo bien.
P: ¿Quién es tu favorita del trio?
R: Ufff… mi favorita, por temas argumentales… Cass. Es cierto que Alhena es la más prota, pero Cass es con la que más me reflejo. Conectaba mucho mis emociones con ella y me reflejaba mucho con ella. Me ha dado mucho juego.
P: ¿Y tu menos favorita?
R: Las quiero a las tres… ¡No lo sé! ¿Quizás Alhena? Es un poco raro. Mi top es Cass-Hailey-Alhena. Es en la que menos me veo. Es la que tiene pensamientos menos humanos. Tiene motivaciones mucho más grandes, y creo que los lectores empatizarán más rápido con Cass o Hailey.
P: ¿Qué tipo de persona crees que se puede identificar con cada una de las chicas?
R: Parte de la promoción del libro fue presentarlas en Instagram. Yo me sorprendí muchísimo al ver que la que más identificación ha tenido con el público ha sido Hailey. Es un personaje que lucha mucho contra sus inseguridades, y como todo el mundo lucha contra ellas día a día, más gente es capaz de conectar con ella… ¡Al menos en preventa!
Escribir a cuatro manos: El universo Greemwood
Beatrice Greemwood es Greemwood gracias a que Nathalie Greemwood existe, y viceversa. Con su hermana de tinta, ya ha publicado una saga de urban fantasy que toma lugar en la ciudad de Madrid: Los Absolutos. Fue con ella con quien dio sus primeros pasos en el mundo de la literatura, y en su forma creativa, llevan a cabo una peculiar forma de componer sus historias: escribir a cuatro manos
P: Ya has escrito otros libros junto a tu hermana y tu sola…
R: En verdad, tengo que decirlo… ¡No somos hermanas! (risas) Hermanas Greemwood es un pseudónimo en honor a los hermanos Grimm. ¡Nos lo preguntan un montón! Nos empiezan a mirar la cara y nos dicen: “¿Pero sois hermanas?”, y nosotras: “¿Tú qué crees?” (risas) Ella es como la hermana mayor y yo la pequeña. Pero somos muy buenas amigas, hasta el punto de comprarnos una casa al lado de la otra.
R: Antes en plataformas como Goodreads no admitían la autoría de dos personas, o si lo hacían, siempre dejaban a una de las dos colgadas. No queríamos eso. Cogimos un pseudónimo que nos permitiese englobarnos a las dos. Los hermanos Grimm siempre han sido una inspiración total, nos encantan los cuentos clásicos, los macabros… todo. Entonces hemos creado en universo Greemwood, compuesto por libros a cuatro manos y libros propios.
P: ¿Y en qué se diferencia Rotmore de los otros libros?
R: Para mí fue el primer libro que he escrito en primera persona del presente. Es un cambio muy grande. Yo he escrito una trilogía entera con Natalia en tercera persona del pasado, y Nueva Esfera es igual. Cuando yo llegué a Rotmore y me enfrenté a un punto de vista de tres narradoras diferentes en primera persona… wow, fue muy distinto. El cambiar de personalidad, sobre todo. En las escenas de sexo o en las discusiones se me ocurrían frases muy buenas… pero luego pienso que no las diría ella. Ese clic clic clic entre las tres me ha encantado, además, también me ha servido porque tengo proyectos entre Natalia a dos voces. Es el bebé que me abrió la puerta. Tiene una esencia que no tiene ninguno de los libros que he escrito hasta ahora.
P: ¿Cómo es escribir a cuatro manos?
R: Nuestro método ha cambiado mucho. Nos conocemos un montón, pero somos muy distintas. Yo soy muy brújula (un escritor que no necesita una planificación ni una escaleta) y ella es muy mapa (necesita una escaleta del libro entero para tener una base). Nos enfrentamos a esta diferencia y al principio nos costó el encontrar un punto intermedio. Durante Los Absolutos fue experimentar totalmente, probamos escribir una los diez primeros, otra los diez próximos, y lo bueno es que ahora conocemos el estilo de la otra y escribimos mucho más rápido a cuatro manos, que es lo que yo creo que es la ventaja: escribes más rápido para tener más producto. Yo me he tenido que hacer un poco más mapa para escribir con ella, pero individualmente, soy muy brújula. Ella se ha amoldado a mis ritmos porque yo escribo mucho más rápido, y yo me he adaptado a las escaletas.
El gran dilema de la literatura fantástica Made in Spain
P: ¿Qué opinas de la literatura fantástica actual?
R: Creo que está jodido en España. Creemos que solo puede ser bueno si viene de fuera. Tenemos muchísimas traducciones. Al menos, yo con lo que he hablado con las editoras que he tenido, sale mucho más barato traducir un libro que crearlo de cero. Entonces, si yo soy editor, y veo que hay un libro que ha estado cinco semanas en el New York Best Selling List, cojo y me lo traigo. Sin embargo, aquí cuesta. Aquí se mueve mucho la novela negra y la romántica, pero la fantasía se traduce. AHORA estamos viendo que algo está saliendo. Hasta ahora, estaba de fantasía Laura Gallego, y un montón de autoras extranjeras. Nadie apostaba por ti.
R: Luego hay muchísima diferenciación entre hombres y mujeres. George R.R. Martin o Sanderson escriben fantasía y se les considera fantasía adulta. Yo he escrito un libro con Natalia que se asemeja a Juego de Tronos: la complejidad, el gore, el realismo, el sexo, la crudeza… pero esto ha pasado siempre a las mujeres. Los Juegos del Hambre ha estado algunas veces en la sección de amor. ¿¡Pero qué me estás contando!? ¿¡Por qué!? Pero en cambio Sanderson (no quita que sean buenos escritores), no. Ahora está habiendo un movimiento feminista dentro de las editoriales en el que se está empezando a valorar las novelas fantásticas escritas por mujeres, pero no estamos en el punto de valorar lo español. Ni valorar la fantasía femenina… pero poquito a poco, estamos llegando.
P: ¿Crees que Rotmore tiene cosas que falten en el mundo de la literatura fantastica actual?
R: El tema de la muerte se trata de manera muy diferente a cómo lo trato en Rotmore. Desde Divergente o Juego de Tronos hay una moda en la que mueren muchos personajes. Ha sido una moda de decir: Si no muere un personaje, la historia no es cruda ni realista. Desde otra parte, cuando se enfoca la muerte desde un punto de vista en el que no es bonita, no es algo épico ni heroico, sino algo que hay que evitar. Muestro el lado feo de la muerte. Emerick es la personificación de todo eso, de lo que se pierde, de lo que se deja atrás. Hay que tratar la muerte con la crudeza que hay que tratarla. Como dice Edgar Allan Poe, “Hay que enfrentar a la muerte e invitarla a una copa”.
R: Por lo demás, el toque paranormal. Hay mucha ciencia ficción, muchas hadas… MUCHAS. HADAS. Pero a nivel de querer leer libros paranormales… es distinto. Es un rollo muy diferente.
P: ¿Qué tan importante consideras la presencia femenina en ficción? Tus protagonistas son mujeres y en general, la obra es enteramente femenina
R: Creo que es ultra importante. En los noventa las mujeres tenían que publicar bajo pseudónimos, y los protagonistas tenían que ser chicos. Veo super importante que las mujeres que publicamos ahora demos visibilidad a esas chicas y a esas historias, y ojo: A TODO TIPO DE MUJERES. Para mí el feminismo es el feminismo en el que nos apoyamos entre todas: La mujer que sueña con tener el mayor poder, la mujer que sueña con ser la líder, y la mujer que sueña con encontrar el amor verdadero. Para mí eso es el feminismo, el tener todo tipo de representación.
R: Cuando presentamos a los protagonistas de Los Absolutos en Instagram, presentamos a Bella, la badass, la líder, y todo el mundo decía: “¡Qué ganas de conocerla!”, presentamos a Ari, nuestra representación LGBT, mismo recibimiento. Presentamos a Ofelia, una chica que le encanta el maquillaje, la moda, y que está super enamorada de un chico… y la sepultaron online. Recibir comentarios de “Ojalá sea esta la que muere”. ¡Eso no es ser feminista! ¡Si una chica es sensible, es sensible! ¡Si tiene que llorar, llora! ¡Si tiene que liderar, lidera! Entonces para mí era muy importante tener a una Cass, pero también a una Hailey. Todo tipo de representaciones de mujeres, porque todas somos diferentes. ¿La mujer que no busca ser líder es menos mujer? No lo considero. Como lectora y como escritora necesito que se represente a la mujer mucho más de lo que se representa ahora a la mujer en literatura. No todas tienen que ser líderes. Para mí era super necesario tener tres tipos de mujeres.
Pruebas vivas de que Rotmore es diferente a lo que se ha visto antes
Muchas de las novelas fantásticas que hay en el mercado pecan de repetición en elementos que hemos visto desde el comienzo de este boom del género. Se echa de menos una esencia fresca, algo que innove hasta el punto de querer buscar justo lo que se ha leído, pero se sepa que va a ser difícil de encontrar… y eso es lo que pasa en Rotmore. Agarraos a Cass, quered a Hailey, proteged a Alhena, desead la Vulpécula y protegeos de la maldición: no es un libro que se pueda repetir con facilidad.
P: ¿Por qué te deberían de leer a ti? ¿Por qué deberían leer Rotmore?
R: Considero que siempre voy a buscar un enfoque en mis libros diferente. Sabemos que está todo escrito, pero estoy obsesionada con que no me digan eso. Quiero tener enfoques distintos, cosas que no se hayan visto hasta el momento. En Nueva Esfera hay cosas de sirenas que yo no he leído en literatura juvenil, y Rotmore igual, metiendo cosas paranormales que no se solían ver… y en Los Absolutos también, es una saga de libros urban fantasy que está basado en Madrid… ¡Pocos he leído así! Obviamente está todo escrito, pero siempre busco una vuelta de tuerca.
P: ¿Qué es lo que más te ha costado escribir de Rotmore?
R: Yo diría que el sistema mágico. Yo no quería un sistema mágico Harry Potter, lo quería pagano y Wicca, algo mucho más real, que no sea decir una palabra y que pase algo. Pero narrativamente acota muchísimo. Yo, en un momento dado, me encontré en la encrucijada de basarme totalmente en la Wicca o meter un poco de magia y fantasía. Rotmore es una base Wicca con libertades. Hay saltos astrales, pero los saltos astrales en la realidad no son tan bestiales como los del libro, o cuando escriben una palabra en un papel y pasa algo. Eso no es Wicca, pero me he tomado ciertas libertades. Pasé por todas las variantes para crearlo.
P: ¿Qué es lo que más has disfrutado de Rotmore?
R: Las chicas. El sentimiento de la amistad. Tengo una lectora beta que lee todo lo que escribo, y me dijo “Bea, no hay tanto romance, pero en verdad es una historia de la amistad”. Y para mí fue ver que yo quería eso. Hay amor, hay una búsqueda “de”, pero quería dar el mensaje de: “Muchas veces necesitas una amiga que esté a tu lado”. He disfrutado mucho el crear esta amistad.
P: ¿Qué nos podrías decir de los personajes secundarios?
R: Son los que más tuvieron que cambiar para simplificar la trama. Sarah no era para nada lo que es ahora, era un personaje mucho más transitorio, y de repente tuve que hacerla directora. Grace iba a ser dos personas y luego tuve que reducirla a una. Para mí siempre pasan más desapercibidos, pero son los que dirigen a los personajes para que se muevan por donde deben. Rotmore no necesita muchos personajes secundarios porque considero que con poquito he hecho mucho.
P: ¿Cuál sería el personaje secundario que más afecta a las protagonistas?
R: Emerick. Al final tiene el mismo background que tiene ellas, aunque al principio él no se acuerda, pero lo enfrenta de una manera totalmente diferente por estar donde está. Ayuda a Alhena a sobrellevar el tema de sus padres, porque considero que no lo termina de superar. Creo que es un mensaje muy necesario en la que irónicamente lo da este personaje. Para Cass, que al principio no lo quiere ni ver, acaba siendo super fundamental. Es el personaje más redondo de la historia, el que más cambia. Acaba teniendo un papel muy importante para las chicas.
P: ¿Cuál fue para ti la clave para escribir a tu villano?
R: Entenderlo. Un villano debe ser entendido. Creo que tienes que terminar el libro y plantearte por un momento si tú hubieses hecho lo mismo que ese villano. Yo al escribir a Brandon, con lo sangre caliente que soy, dije: “Me arrebatan así a la persona que yo amo, ¿no hubiese hecho yo eso?”. Luego obviamente sale la voz del héroe a decirte que yo, pero un buen villano tiene que ser comprendido. Si no, nunca será un buen villano, y necesitas plantearte si tú mismo lo harías.
P: ¿Hay alguna cosa que te hayas dejado fuera?
R: Rotmore en un principio estaba planteado para ser una bilogía. Entre la crisis del papel de China y la guerra de Ucrania, ha encarecido mucho el precio de todo. Lo reduje a un libro. Es más fácil para una editorial. En un principio metía mucho más la astrología: Vulpécula las había elegido por el triángulo de verano… pero toda esa parte astrológica se ha quedado fuera.
Entrando un poco en lo personal…
P: En el ejemplar de prensa no venían los agradecimientos. ¿Quiénes son las primeras cinco personas que se te vienen a la cabeza?
R: La primera es, obviamente, Natalia, mi hermana de tinta. Nos ayudamos, nos conocemos mucho, siempre estamos para la otra… tiene que ser Natalia. Luego Clara, una amiga mía que la conocí en el curro, somos las dos profes, que se ha convertido en mi lectora beta por excelencia, y lee mucho el género que yo escribo. Una opinión así de sincera y objetiva siempre me viene bien. También mi chico, a pesar de que no es nada lector hacemos muy buen combo. Su apoyo no es nada parecido al que me dan Natalia y Clara, pero es el que me ve en mi día a día, es el que me escucha cuando estoy mal, el que aguanta mis idas y venidas y el que me dice: “Mañana será otro día”. Es muy necesario tener algo así.
P: ¿Cuáles son los libros que tomas como referencia?
R: ¡Qué difícil! Hay muchísimo que me gustan. Me cuesta muchísimo. El primero que me viene son Los Juegos del Hambre. Yo no he sido muy lectora, (esto es raro para una escritora), yo creo que fue porque mi padre me intentó meter muy a saco la saga de Los Cinco. Yo creo que fue porque vi que Los Juegos del Hambre tenía una trama muy diferente, y que tenía un rol femenino protagonista. A mí siempre me ha gustado mucho la mitología y vi que la escritora se había basado en el mito del minotauro… me llamó la atención.
R: Luego hay un libro… El mundo encantado de Ela (risas) ¿A que no lo conoces? ¡Este fue el primer libro con el que me llevé broncas de pequeña porque no me iba a dormir por leer este libro! Lo tengo tan roído… fue el primer libro con el que dije: “Leer mola”. Yo soy profe, y cuando pregunto a los niños que si les gusta leer y me dicen que no, pienso: “Eso es que no has encontrado el libro adecuado”. Para mí fue MI LIBRO, el que me abrió a la lectura.
R: Tengo que poner juntos Harry Potter y Cazadores de Sombras. Fueron dos sagas que me impulsaron a escribir. También me gusta De Sangre y Cenizas, pero fueron esos dos. Cazadores de Sombras fue mi obsesión, y Harry Potter es Harry Potter, dejando de lado lo que pasó con J.K. Me podría tirar al piso diciendo que me encanta un autor clásico… pero no. Me gusta mucho leer a Poe, me gusta mucho leer a Lovecraft (de hecho, juego a juegos de rol de Lovecraft), pero son esos libros.
P: Vi en una story que había una nueva novela en marcha ¿Podrías decir algo?
R: ¡Puedo decir poco! Hemos escritos dos romantasies ya, uno en enero y otro en julio y agosto, y ahora mismo es lo que estamos intentando mover y están gustando. Puedo decir que es algo totalmente diferente a lo que hemos escrito al momento. Son libros muy parecidos a Acotar, y De Sangre y Cenizas. Para mí, escribir algo de sexo antes de Rotmore me daba mucho respeto, pero ya me he lanzado a la piscina.
P: ¿Va a ser dark romance?
R: Sí. ¿Sabes qué es lo que pasa? Que desde que han salido libros como Haunting Adeline, yo no sé lo que es dark romance. Antes De Sangre y Cenizas era dark romance, pero ahora no lo es. Se podría decir que son dark romance de la antigua.
Ese fue el fin de la entrevista. Beatrice Greemwood, con una cercanía acogedora y una confianza desbordante en su obra, ha regalado al mundo declaraciones objetivas y contundentes, no solo de lo que es su libro, sino del panorama actual del mundo de la literatura fantástica. Rotmore sale a la venta este 18 de septiembre de 2023, pero actualmente se puede acceder a la preventa, incluyendo un pack mágico con ilustraciones de las tres protagonistas. Si hay algo que falta en el mundo de la literatura fantástica, es fuerza. Si hay algo que todo el universo de Rotmore que tiene, es fuerza.
¿Estás preparad@ para conocer a las elegidas de Vulpécula?