La selección de Inglaterra, una de las principales favoritas a la Eurocopa, ha clasificado como primera de grupo. Esto debería suponer un buen augurio para los aficionados ingleses, pero lo cierto es que las sensaciones que deja el grupo comandado por Gareth Southgate son poco halagüeñas
A pesar de contar con nombres como Bellingham, Foden, Kane, Saka, Rice o Walker, sobre el papel varios de los mejores futbolistas del mundo en sus clubes, hay algo que no cuaja en la selección inglesa. Con un fútbol poco propositivo, han logrado avanzar a octavos de final como cabeza de grupo, y se enfrentarán a Eslovaquia este domingo 30 de junio en el Veltins Arena de Gelsenkirchen. No es aventurado decir que los ingleses han clasificado más por demérito rival que por sus propias hazañas. Y es que han cosechado únicamente una victoria, ante Serbia por 1-0 en la primera fecha del torneo. Los dos partidos restantes culminaron en tablas, el último por 0-0 contra Eslovenia en un partido con poco fútbol.
Decepción tras decepción
Los aficionados, y el mundo del fútbol en general, se preguntan cómo puede ser que Inglaterra transmita tan poco con toda la pólvora que tiene. A pesar de sus malos resultados a lo largo de la historia, donde solamente han cosechado el título del Mundial de 1966, los últimos años han sido realmente esperanzadores para la hinchada de los three lions.
En el pasado Mundial de Qatar, cayeron eliminados en cuartos de final frente a Francia por la mínima, con un penalti errado por Harry Kane. Sin embargo, el conjunto galo llegaría a la final con un fútbol vistoso, e Inglaterra estuvo muy cerca de llevarse la eliminatoria. En la Eurocopa de 2021, llegaron a la final eliminando, por ejemplo, a Alemania en octavos. Parecía que sería aquel el año en que Inglaterra se despojara del estigma de perdedor que lleva acosándola desde tiempos inmemoriales, pero finalmente cayeron en los penaltis contra Italia. A pesar de llegar muy lejos, el conjunto de Southgate no levantó el campeonato aquel año.
A su vez, otra de las duras derrotas inglesas en torneos internacionales llegó en fútbol femenino. Las lionesses cayeron derrotadas el verano pasado en la final del Mundial ante España por 1-0 por un gol de Olga Carmona. A pesar de que las inglesas de nuevo partían como una de las favoritas a llevarse el título en Sídney, con estrellas como Mary Earps, Alessia Russo, Ella Toone o Lauren James, la Roja pasó por encima de ellas y terminaron derrotadas en la final.
A pesar de que no alcanzó tanta repercusión, Inglaterra sí levantó un título el verano pasado. Fue la Eurocopa sub-21, derrotando a España en un final de infarto en el que James Trafford, guardameta inglés, atajó un penalti a Abel Ruiz en el minuto 90. Los three lions se coronaron entonces como la mejor selección sub-21 de Europa, con nombres tan reconocibles como Anthony Gordon, Cole Palmer (que se desvelaba al público general) o Morgan Gibbs-White, todos ellos jugadores de élite en Premier League.
Nombres sobre el papel no hacen equipo
La tarea de los mayores en esta Eurocopa era la de emular a los pequeños, pasar de meros nombres sobre el papel a un equipo sólido, cohesionado y, sobre todo, capaz de sobreponerse a cualquiera para ganar un campeonato. A pesar de que la presión es máxima, lo cierto es que la oportunidad llegaba en el mejor momento: Bellingham, Saka, Kane o Foden se cuentan entre los jugadores más valiosos del mundo, y se están saliendo en sus clubes. Por detrás, en segunda línea, llegan nombres como Mainoo, Wharton, Gordon o Palmer, jóvenes estrellas de la mejor liga del mundo.
Esta es la generación dorada de Inglaterra, por delante de la de Rooney, Scholes, Gerrard o Lampard. Incluso para algunos es superior a la que ganó aquella Copa del Mundo en 1966 con Geoff Hurst, Sir Bobby Charlton o Bobby Moore. Sin embargo, si hay un nombre que invita a los aficionados a ser pesimistas con su país, es el de su seleccionador: Gareth Southgate. El inglés se convirtió en 2016 en el seleccionador interino, después del escándalo de Sam Allardyce. Desde entonces soporta la tarea de llevar a Inglaterra a la gloria que le corresponde como inventora del fútbol.
Sin embargo, el entrenador de Watford no goza del apoyo de las masas. Su fútbol poco propositivo, a veces demasiado conservador cuando se colocan por delante, ha provocado la ira y desesperación de los aficionados ingleses. La desesperación de la etapa Southgate parece haber llegado a un punto límite, y lo cierto es que parece que en caso de sufrir una eliminación, al técnico no le quedarían más vidas. Suenan para reemplazarlo varios nombres, destacando el de Graham Potter, ex Brighton o Chelsea, o el sueño de la Federación Inglesa, Pep Guardiola.
Varios contratiempos
Lo cierto es que Southgate plantea un fútbol conservador, pero su estilo de juego no se alinea con sus decisiones. El seleccionador es duro, y no teme a la polémica de dejar fuera de la lista nombres con mucho peso. Así ha sido este verano, cuando el mundo del fútbol inglés contenía el aliento al no ver entre los convocados nombres tan fundamentales como Sterling, Grealish o Marcus Rashford, el mejor jugador inglés en Qatar. Sin embargo, lo cierto es que los tres han tenido temporadas mediocres en sus clubes, y quizá otros futbolistas merecían dicho puesto más que ellos.
A estas ausencias se une otra especialmente sensible para Southgate. Harry Maguire, baluarte defensivo de Inglaterra desde hace varios años, se ha perdido este torneo por lesión. A pesar de arrastrar un mal nivel de forma en los últimos años, esta temporada ha sido positiva para él, comandando la defensa del Manchester United en un colapso general de lesiones. Southgate nunca dejó de confiar en él y, su baja es un duro golpe para los ingleses.
Sin embargo, aún es pronto para reemplazar al seleccionador que, después de todo, tiene a Inglaterra en octavos como primera de grupo. A pesar de su fútbol estático y en ocasiones desesperante, los de Southgate siguen siendo favoritos a todo. Las estrellas de la plantilla no se han sentido cómodas, pero de cara al partido de octavos de final, Southgate podría incorporar nuevos futbolistas a su sistema de 4-2-3-1.
Los jóvenes, ¿al rescate?
Uno de los nombres que destaca por encima de todos es el de Kobbie Mainoo. El de Stockport, a pesar de contar con solo 19 años, es el elegido por muchos aficionados para acompañar a Declan Rice en el doble pivote. Hasta ahora dicha posición la habían ocupado Alexander-Arnold o Gallagher, pero lo cierto es que las actuaciones de ambos son poco convincentes. Mainoo, que ha sido titular indiscutible en el Manchester United campeón de F.A Cup, podría ser una adición interesante al once titular. El joven ha recibido halagos de leyendas como Scholes, o más recientemente de su compañero Kieran Trippier, que calificó su cameo contra Eslovenia como «increíble».
Por supuesto, otro de los nombres que brillan en el banquillo es el de Cole Palmer. El joven futbolista, también nacido en Stockport, la ha roto esta temporada con el Chelsea, marcando 24 goles y 13 asistencias en liga y copa. El que fue titular en aquella final del europeo sub-21 se ha destapado como uno de los futbolistas más determinantes de Inglaterra, llevando el peso de un equipo poco funcional a las espaldas. Llegaba a la Euro como una presencia obligada en la lista, con conversaciones en prensa y redes planteándolo como titular. Hasta Marco van Basten, tres veces ganador del Balón de Oro, elogió su cameo contra Eslovenia en la televisión neerlandesa.
• Did you see any positives in the England game?
🗣️ – Van Basten: "The young kid who came on, I don't know who he is."
• Cole Palmer.
🗣️ – Van Basten: "Yea, he showed some nice things. He attacks, he takes on players." pic.twitter.com/h6ptpIYv43
— 𝐀𝐅𝐂 𝐀𝐉𝐀𝐗 💎 (@TheEuropeanLad) June 26, 2024
Pero lo cierto es que, a pesar de su brillantez, en el Chelsea Palmer goza de una libertad creativa que no le puede dar Inglaterra. En el equipo blue baja a recibir, hilvana la jugada, se asocia con sus compañeros y en muchas ocasiones finaliza de forma brillante. Sin embargo, Inglaterra no puede ofrecerle tantos galones, al ser un equipo en principio mejor estructurado. Por ello, ha participado en el torneo de forma muy tímida, partiendo como suplente en los tres partidos. Jugadores como Saka, Bellingham o Foden están por delante de él en el orden de prioridades de Southgate, pero tal y como van las cosas cuesta plantearse si no les iría mejor invirtiendo dicho orden.
Inglaterra se juega continuar en el torneo contra Eslovaquia, una especie de David contra Goliat. Eslovaquia es un equipo sólido, y los de Southgate cometerían un grave error subestimándolos. Les espera mucho trabajo en escasos días. Sobre sus hombros reposa la responsabilidad de corresponder las expectativas de su hinchada. De todos modos, eso se antoja aún muy lejano: la prioridad es devolverles la ilusión.

