Las surcoreanas denuncian la creación y distribución de deepfakes pornográficos en Telegram
Los hastags #DigitalSexCrimes_in_Schools #Expose_the_Deepfake_Perpetrators #SouthKorea_expels_criminals están asociados a algo que puede calificarse como la segunda ola del MeToo surcoreano. Mujeres de Corea del Sur están denunciando la creación de deepfakes de forma masiva con un gran porcentaje de menores de edad como víctimas.
Esta denuncia digital en la red social X, surge en respuesta al descubrimiento de canales de Telegram en los que se distribuyen vídeos pornográficos creados con inteligencia artificial. Se estima que hay canales con más de 200.000 miembros. Uno de los requisitos para entrar en estas salas es enviar imágenes de propias familiares, compañeras de trabajo o de escuela.
Las mujeres de Corea del Sur piden ayuda a la comunidad internacional para que el Gobierno responda por los hechos y persiga estos crímenes. Debido a la viralización de esta situación por medios internacionales, el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, ha pedido que se investiguen con seriedad. El medio Hakyoreh ha informado que esta reacción por parte de las autoridades ha llevado a los creadores de las salas donde se distribuyen estos vídeos a reforzar «sus salas de chat con procesos adicionales de «verificación» de los miembros, adentrándose aún más en la clandestinidad y en la web oscura».

La denuncia de los canales de distribución de deepfakes en Telegram ha coincidido con el arresto del CEO de esta red social, Pavel Durov. Entre los cargos con los que las autoridades francesas le acusan se encuentra complicidad en la distribución criminal organizada de imágenes sexuales de niños.
Víctimas en todo el país
Es sencillo rastrear los mensajes de mujeres en los que explican cómo los canales de deepfake operaban en todo tipo de regiones, escuelas y rangos de edad. Las surcoreanas están tomando medidas para abordar el problema por sí mismas, rastreando canales dedicados a delitos sexuales y compartiendo guías sobre cómo protegerse.

La web Deepfakemap.kr muestra un mapa que rastrea las escuelas cuyas alumnas son víctimas de los deepfakes. Ha sido creado por un estudiante y actualizado mediante peticiones online. Actualmente más de 500 escuelas, institutos e universidades aparecen en la web.
Desde el 2021 al 2023, 6 de cada 10 víctimas surcoreanas de delitos sexuales relacionados con esta técnica eran menores de edad. La organización Human Rights Watch ha calificado la situación como «una epidemia de crímenes sexuales digitales».
No es su primera lucha contra la violencia sexual en internet
Los deepfakes pornográficos consisten en la creación de vídeos sexuales con ayuda de inteligencia artificial. La técnica permite que cualquier persona se convierta en protagonista de un vídeo porno sin formar parte del mismo. En los últimos años se han vuelto muy conocidos y es sencillo encontrar tutoriales para aprender a crearlos. Pero no es la única forma de violencia sexual en internet contra la que han luchado las surcoreanas.
En 2018 las mujeres de Corea del Sur protestaron contra la «molka», el término con el que se referían al porno vengativo y las imágenes grabadas con cámaras ocultas. Un año después de que el MeToo comenzara a germinar en Estados Unidos, las surcoreanas pedían el endurecimiento de las penas para aquellos que grabaran y subieran a internet imágenes de mujeres sin su consentimiento.
Este movimiento surgió dos años después de la publicación del libro Kim Ji-young, nacida en 1982, una novela que la que su autora, Cho Nam-joo, mezcla ficción con experiencias propias y de conocidas para denunciar el trato que reciben las mujeres en su país. Cada capítulo del esta obra iba acompañado de datos reales que respaldaban las experiencias de estas mujeres.
«Me estoy volviendo loca. Con solo cruzar casualmente la mirada con un desconocido, me pregunto si ese hombre habrá visto fotos mías y, si alguien se ríe siento que se está riendo de mi.»

