La victoria en las urnas de Friedrich Merz abre la puerta a una nueva gran coalición
Alemania ha elegido girar a la derecha. Después de cuatro años de gobierno socialdemócrata, el electorado germano ha respaldado la opción del cambio encabezada por Friedrich Merz. El líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) ha obtenido el 28,5 % de los sufragios. Se trata de una victoria clara, con casi ocho puntos de margen sobre Alternativa por Alemania (AfD). Sin embargo, no otorga a Merz una mayoría suficiente para gobernar.
Friedrich Merz, con este motivo, se verá obligado a buscar apoyos en las otras formaciones. La líder de AfD, Alice Weidel, ya se ha ofrecido a negociar su apoyo al hipotético nuevo gobierno democristiano. Sin embargo, Merz está dispuesto a pactar con el Partido Socialdemócrata (SPD) para dejar fuera a la ultraderecha.
El despegue de la extrema derecha
Alternativa por Alemania ha recabado el 20,8 % de los votos. El partido de ultraderecha ha superado de forma ligera las expectativas que le otorgaban los sondeos y se convierte en la segunda fuerza del Bundestag. Se trata del mejor resultado histórico para la formación encabezada por Weidel, que se había quedado en el 13 % hace cuatro años. El ascenso de Alternativa por Alemania es especialmente significativo, siendo el mayor repunte de la ultraderecha desde la Segunda Guerra Mundial.

El partido de extrema derecha ha recibido el apoyo de Donald Trump y de Elon Musk durante la campaña. Alternativa por Alemania ya tiene la felicitación de Vox por su gran resultado. Con toda probabilidad, Weidel encabezará la oposición al futuro gobierno de Merz, haciendo valer también en Alemania el incremento de las formaciones ultraderechistas en Europa.
Los socialdemócratas se hunden
El gran perjudicado de las elecciones ha sido Olaf Scholz. El canciller saliente, que se vio obligado a finales de 2024 a convocar elecciones anticipadas, se ha quedado con el 16,4 % de los sufragios. Sus resultados superan los vaticinios de las encuestas, pero marcan un descalabro de diez puntos porcentuales para el SPD. Scholz ya ha aceptado la derrota y ha asumido su responsabilidad ante ellos.

Los socialdemócratas han encajado el peor resultado de su historia en unas elecciones federales. Sin embargo, el arco parlamentario los ha puesto en una situación clave. La alianza entre la CDU y el SPD alcanzaría los 328 escaños, 12 por encima de la mayoría absoluta. Merz ya ha expresado que prioriza un pacto con la socialdemocracia por delante de Alternativa por Alemania. Esto abre la puerta a una nueva gran coalición entre los dos grandes partidos.
Los Verdes y los liberales también caen
Los Verdes han acusado el desgaste del gobierno de coalición durante los últimos tres años y medio. La formación ecologista se ha apuntado el 11,8 % de los votos, tres puntos menos que en 2021. Los Verdes se habían mostrado dispuestos a apoyar un gobierno de la CDU, pero su apoyo dejaría de ser imprescindible con el ‘sí’ del SPD. Por otro lado, el partido de izquierda Die Linke ha crecido hasta el 8,7 %, casi el doble con respecto a los últimos comicios.
El otro gran castigo de las elecciones lo han recibido los liberales, socios del gobierno de Scholz. El partido liderado por Christian Lindner se ha quedado a las puertas del umbral del 5 %, necesario para entrar en el Bundestag. Esto ha llevado a Lindner a anunciar su adiós a la política durante la propia noche electoral.

