10.1 C
Madrid
viernes, 19 diciembre, 2025
10.1 C
Madrid
viernes, 19 diciembre, 2025

La otra electrónica

Sobre Oneothrix Point Never y la búsqueda...

Veranos que nunca se olvidan

Dos veranos de aquel julio trágico e inolvidable

Este 23J ha sido el aniversario de aquellas malditas elecciones con el voto por correo y del fallecimiento de mi abuelo Isidro. Un mes aciago en todos los sentidos. Dos años después, y tristemente con Sánchez aún como presidente, me encuentro en el Cortijo de Búlar Bajo, en Piñar, un pueblo de Granada. La familia se ha reunido en lo que es la inauguración de un espacio de tradición y cultura rodeado de un tesoro: el aceite de oliva.

De camino al cortijo coincido con una tía mía que ha sido guía durante muchísimos años. Ha recorrido medio mundo y parte del otro. Un lugar donde ha estado es Comillas, en Cantabria. Visité Comillas hace unas semanas y, a raíz de ahí, me ha dado una radiografía de toda la historia de este pueblo cántabro. Ha relatado la vida del Marqués de Comillas como si fuese familiar suyo, y es que no se le escapa detalle alguno cuando de historia se trata.

El buen hombre emigró a las Américas para buscarse la vida y consiguió asentarse como empresario naviero. Al tiempo, regresó a España y tuvo cuatro hijos: dos varones y dos hijas. Dos de ellos fallecieron muy jóvenes. Quedaban vivos Claudio e Isabel, quien se casó con Eusebio Güell, el mecenas de Gaudí. Por su parte, Claudio tenía vocación de sacerdote y no tuvo descendencia alguna. De este modo, toda la herencia millonaria fue a parar a los Güell, los únicos descendientes de los hijos del marqués. Tras perder a sus dos hijos, pidió construir «El ángel exterminador», una obra funeraria en memoria de la pérdida de sus dos hijos, levantada en Comillas.

La muerte de estos hijos, al igual que la del Marqués de Comillas, no ha supuesto que la localidad cántabra haya perdido algo de su esencia. Comillas es un pueblo bonito que se mantiene principalmente vivo por la historia que le precede. Pasa del mismo modo con el cortijo de Búlar, una finca con más de 100 años donde se respira historia y recuerdos por cada costado. Ya no están ni mi abuelo Isidro ni tampoco Eustaquio, su hermano, quien ha recorrido los jardines y todos los rincones del cortijo durante muchos años. Que ya no paseen por allí no significa que todo acabe ahí. Como en Comillas, este lugar tiene aún mucho que decir. Y es que han renovado el cortijo y lo han transformado en un «tesoro gastronómico y cultural».

Hoy hemos estado por primera vez desde 2020 y he de reconocer que he salido impresionado con los cambios y las reformas, muy bien trabajadas. Eso sí, el cortijo mantiene esa tradición e historia que le precede. La casa principal sigue igual y sus alrededores también. Lo fundamental sigue donde estaba, sin moverse un centímetro. La piscina, los animales, los jardines, la nave donde se hacen las matanzas… Lo que sí destaca es que el molino ha empezado de nuevo a funcionar tras años con el ancla echada. De este modo, los visitantes pueden adentrarse en el proceso de elaboración del aceite de oliva, viendo de cerca las máquinas y herramientas utilizadas. Esta es la prueba de que no está todo perdido. Cuando se respeta la historia y se honra la tradición, las cosas —como este molino— pueden volver a girar. Y con mucha fuerza.

Próximas a la exposición del molino están las habitaciones que han construido para que los interesados puedan vivir la experiencia a los ojos del museo. O, para los que lo prefieran, pueden experimentarlo desde el nuevo bar, con una cerveza Alhambra bien fría y con una tabla inmensa de ibéricos. Los diferentes aceites que elaboran allí gustarán más o menos a los visitantes, pero lo incuestionable es la historia que tiene detrás. No todos los aceites de oliva se elaboran en un recinto que fue habilitado como hospital durante la Guerra Civil, ni en tierras que aparecen ya en documentos reales del siglo XV. Y es que el terreno del Cortijo de Búlar figura en una merced territorial otorgada en 1491 por los Reyes Católicos al Comendador de Montizón, dentro de su estrategia de repoblar los Montes de Granada. Con todo ello, queda claro que el cortijo tiene historia, legado y mucho currículum, no como Noelia Núñez.

En un mundo donde lo rural escasea, qué mejor lugar para perderse que el Cortijo de Búlar. Si no, que se lo digan al preso Santos Cerdán (recortado por el PSOE en su propio vídeo conmemorativo del segundo aniversario del 23J) y a los ilusos que pensábamos, hace justo dos veranos, que íbamos a sacar al número 1 de La Moncloa. Y es que, aunque el PSOE quiera borrar a Santos Cerdán de la memoria de los españoles, es imposible. Los recuerdos de los veranos están ahí, como pasa con esta finca. Puedes mover cosas o eliminar imágenes…, pero lo importante se queda siempre en la memoria. Los veranos nunca se olvidan.

Actualidad y Noticias

+ Noticias de tu interés

Elizabeth Duval abandona la dirección de Sumar tras comprobar las «limitaciones de la política institucional y partidista»

La secretaria de Comunicación de Sumar, Elizabeth Duval, ha anunciado que no se presentará a la reelección en la asamblea del partido, dejando así los órganos de dirección de la formación. En redes sociales, ha explicado: "Tras una profunda...

Estos son los medicamentos para la hipertensión que fortalecen el sistema inmunológico

Un estudio publicado en la revista British Journal of Pharmacology revela que algunos fármacos antihipertensivos ayudan a equilibrar la microbiota intestinal y reducir la inflamación del sistema nervioso. Un estudio preclínico llevado a cabo por científicos del Instituto de Investigación...

¿Quién ganaría las elecciones según las últimas encuestas de la semana?

La política española está en el punto de mira debido a la mala gestión del Gobierno central y de la Comunidad Valencia en la DANA que se ha llevado más de 230 vidas. Esto sumado a la trama de...

Descubre más desde El Generacional

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo