El Manchester United y el FC Barcelona se medirán en febrero para avanzar a octavos de Europa League
En el día de ayer el Barça conoció su rival en la Europa League, el Manchester United. Las fases finales de las competiciones europeas quedaron definidas para disputarse entre los meses de febrero y marzo del próximo año. El Mundial de Qatar ha provocado que la fase de grupos se disputara mucho antes de lo establecido, dejando los cruces de ambas competiciones sellados antes de la cita mundialista.
Caras nuevas, misma historia
La Europa League, competición europea históricamente menor, se ve este año reforzada con los, bautizados por José Mourinho, “tiburones heridos”. Históricos ganadores que no pasan por su mejor momento y descienden a la competición como terceros de su grupo en Champions.
Uno de estos tiburones heridos, quizá el que más, es el FC Barcelona. Tras la decepción de la pasada temporada, la primera campaña al completo con Xavi Hernández al mando del equipo prometía un curso más ilusionante. Los fichajes de Lewandowski, Raphinha, Koundé, Christensen, Kessié, Marcos Alonso y Bellerín planteaban un refuerzo multimillonario a una plantilla que había aquejado bajas la temporada pasada. A su vez, muchos canteranos pasaron a tener protagonismo en los onces de circunstancias de Koeman y Xavi.

Sin embargo, a pesar del sólido del rendimiento en liga, la cual lideran tras el tropiezo del Real Madrid anoche en Vallecas, la historia en Europa ha sido diametralmente opuesta. Los culés cayeron dos veces ante el Bayern, una vez ante el Inter y empataron con el equipo nerazzurro en el Camp Nou, venciendo eso sí al modesto Viktoria Pilsen. Estos resultados provocaron el inevitable descenso a la segunda competición europea del equipo catalán.
Un gigante dormido
Precisamente el que puede ser considerado el tiburón más gravemente herido se enfrentará en dieciseisavos de final de la UEFA Europa League con uno de los equipos más sólidos de la competición: el Manchester United. El conjunto de Ten Hag disputa la competición después de una catastrófica pasada temporada, en la que únicamente lograron posicionarse quintos en la Premier League.
El curso 21/22 fue uno de circunstancias para el conjunto mancuniano. En el verano llegaron los fichajes de Jadon Sancho, uno de los mayores talentos de Inglaterra que venía de romperla en el Borussia Dortmund, Raphael Varane, con cuatro Ligas de Campeones bajo el brazo tras su etapa en el Real Madrid y, por último, un ídolo absoluto de Old Trafford completaba su retorno al club tras un verano de rumores contradictorios: Cristiano Ronaldo volvería al club que le vio nacer como el astro que es hoy.
Estas tres altas colocaron al Manchester United como un posible candidato a hacerse con el título de Premier League, considerando su subcampeonato la temporada anterior, y por supuesto, sobradamente considerado para clasificarse a la Champions League. Sin embargo, ninguno de los dos objetivos se cumplieron. Ole Gunnar Solskjaer fue destituido a mitad de año tras una sonrojante derrota contra el Watford, que actualmente milita en Championship. Su sucesor fue Ralph Rangnick, un gurú del fútbol alemán, considerado maestro de técnicos de la talla de Klopp, Tuchel o Flick.
Lo cierto es que las cosas no terminaron de mejorar con Rangnick. Rashford, que anteriormente había sido un icono goleador del club, no se encontraba, Maguire, el central de los 90 millones vivía su peor momento de forma, y Sancho y Varane no terminaron de funcionar. El único que rindió fue Cristiano, que con 24 goles en 38 partidos fue el artífice de la clasificación europea del equipo, que en muchos momentos peligró.
El verano comenzó en Manchester con la llegada de Erik Ten Hag, técnico del Ajax que llevó a un jovencísimo equipo neerlandés hasta la semifinal de la Champions League, a un gol en el descuento de Lucas Moura de la final. Erik prometió la revolución, y con el apoyo de una junta y dueños más que criticados en Manchester, se materializaron las llegadas de Martin Dubravka, Tyrell Malacia, Casemiro, Christian Eriksen, Lisandro Martínez y Antony.

La realidad del equipo es distinta a la temporada anterior, aunque la irregularidad es un factor con el que Erik Ten Hag debe ser capaz de lidiar en el futuro. Pero en líneas generales el Barça se encontrará con un equipo mucho más sólido y vertical de lo que era hace un año.
Una eliminatoria en tierra extraña
Revisando la historia de enfrentamientos entre estos dos históricos, que encuentra su cúlmen en la Final de Champions de la temporada 2008/09, nos encontramos un choque que desprende aroma a Liga de Campeones. Los enfrentamientos tendrán lugar en dos semanas: el 16 de febrero tendrá lugar la ida en el Camp Nou, y el 23 del mismo mes la eliminatoria se consumará en Old Trafford. A pesar de que ambos equipos estén acostumbrados a encontrarse en Champions, la cual ambos han ganado en repetidas ocasiones, esta vez será la Europa League quien los acoja.
Por supuesto, ambos equipos cuentan con la contingencia de que prácticamente todo su once titular acudirá a la cita mundialista en Qatar. En función del rendimiento de sus respectivas selecciones, los futbolistas acumularán más o menos agotamiento. Por este motivo es imposible establecer aún un claro favorito para el encuentro, pero si de algo no hay duda, es de que viviremos un choque de auténticos históricos que no pasan por su mejor momento.