Si el panorama poético contemporáneo se titulara con algún nombre de una poeta o un poeta que ha dado un golpe sobre la mesa en los últimos años. Seguramente entre las propuestas resonaría Rupi Kaur. La poeta que ha sabido marchitarse, caer, arraigar y florecer en un mismo poemario. La poeta que lleva como himno y bandera temas como el amor, la pena y la feminidad. La repercusión que han tenido sus libros a nivel mundial en los últimos años ha hecho que los focos poéticos se dirijan directamente a ella. Entre sus obras destacan: Otras maneras de usar la boca (2014) y El sol y sus flores (2017).
Rupi Kaur nace en la India, Panyab. Con solamente cuatro años emigra con sus padres a Canadá. Este hecho marcará uno de los temas que tanto trata en su último poemario: la migración. La dificultad con el inglés hizo que convirtiese la pintura en su refugio, ya que aún no dominaba el idioma y su comunicación con otros niños era prácticamente nula. Estudió retórica y escritura en la Universidad de Waterloo, Ontario. Tras terminar su grado publicó su primer libro Milk and honey título original en inglés que fue traducido en español con un nombre distinto; Otras maneras de usar la boca. En él observamos el nacimiento de una futura estrella. Dicha obra superó las 2. 5 millones de copias y estuvo en la lista de Best Sellers durante más de 77 semanas en el New York Times.
Por otra parte, centrándonos en su segundo libro El sol y las flores. Este último se publicó en octubre de 2017. La autora continúa con la experimentación y la línea de asuntos tratados en su primer escrito. Cabe destacar la exploración de temas como el amor, la pérdida, el trauma, la curación o la feminidad. Además, la cantidad de ejemplares vendidos es descomunal se estiman hoy en día que se han comprado más de 5 millones de ejemplares, su obra se ha traducido a unas 35 lenguas. Rupi ha sido definida por USA Today como “La voz de una generación”. Su repercusión ha sido tanta que ha ofrecido recitales poéticos, charlas y talleres por todo el mundo con teatros totalmente abarrotados en países como EE. UU. o España.
Si nos remitimos al estilo de la autora a nivel de escritura encontramos algunas singularidades. En su obra no existen las mayúsculas, es decir, que toda está escrita en minúscula y el único signo de puntuación que utiliza es el punto. Desde mi perspectiva, me recuerda de alguna forma a Bukowski con lo que respecta a ciertas singularidades a la hora de escribir. No obstante, decidió optar por ese estilo para rendir homenaje al Gurmukhi / Gurmují (un alfasilabario usado en el idioma panyabí). Cuando nos enfrentamos a un libro de Rupi no observamos una prosa tan elaborada. Al contrario, su vocabulario es simple y se hace muy ameno a la hora de leer. Además, las ilustraciones que acompañan los escritos de la autora refuerzan el poder del mensaje que quiere transmitir.
Marchitarse, caer, arraigar, levantarse y florecer son las cinco partes que componen su segundo poemario. El lector se enfrenta a 248 páginas cargadas de sentimientos puros, de frescura del lenguaje, de esa mezcla entre ilustración y poesía o, simplemente, entre ilustración y prosa.
En “Marchitarse” nos topamos con una Rupi melancólica que se cuestiona en muchas ocasiones sentimientos como el amor. Una Rupi que lucha contra sus fantasmas o se lamenta que la persona de la que se enamoró era un espejismo:
*
cómo se explica
que cuando se termina la historia
empezamos a sentirlo todo.
*
[…] si no soy el amor de tu vida
seré en cambio la pérdida más grande
En “Caer”como cae una lágrima producida por aquel ser que en algún momento amaste y que al final se terminó marchando. Leemos a una Rupi que se centra en el abandono de uno mismo. En la soledad. Una soledad que te encierra en cuatro paredes y te fusila con un verbo en infinitivo: caer.
*
la ironía de la soledad
es que todos la sentimos
al mismo tiempo
— juntos
En muchas ocasiones aquellos que hemos emigrado por motivos de la vida nos hemos visto obligados a «Arraigar». Esto es, echar raíces en un nuevo hogar. Este tema Rupi Kaur lo trata con delicadeza y nos indica un mensaje directo y claro:
*
para mi madre
no fue fácil dejar su país
todavía la descubro buscándolo
en las películas extranjeras
y en el pasillo de comida internacional
“Levantarse” como sinónimo de amor, empoderamiento. Sinónimo de darse una oportunidad más. Recordemos que la traducción es de Elvira Sastre y que ambas autoras tratan de, como diría la propia Elvira: “He conocido a alguien, soy yo. Voy a darme una oportunidad”:
*
cuando empiezas a amar a alguien nuevo
te ríes de la indecisión del amor
acuérdate de cuando estabas segura
de que el último era el único
y ahora mírate
redefiniendo el único una vez más
— un nuevo amor es un regalo
Por último, una vez que nos levantamos toca “Florecer”:
*
has
estado
dentro de mí
antes
— otra vida