La segunda votación de la investidura de Feijóo en el Congreso termina con 172 votos a favor, 177 en contra, y un voto nulo
Este mediodía se ha celebrado la segunda votación de la investidura de Feijóo en el Congreso de los Diputados, en la que necesitaba más síes que noes para convertirse en presidente. El resultado ha sido el esperado, una investidura fallida, aunque con una sorpresa: Eduard Pujol (Junts) ha votado «sí», pero rápidamente ha corregido su error, lo que se ha considerado voto nulo.
La amnistía en el centro del debate
La gran protagonista de esta investidura ha sido la amnistía. En su discurso, Feijóo ha vuelto a hablar de ella, y también del referéndum: “¿Amnistía sí o no? Yo digo no, ¿y usted? ¿Referéndum sí o no? Yo digo no, ¿y usted, señor Sánchez?” El líder del PP ha dibujado dos futuros posibles: el “gobierno de la mentira” o la celebración de elecciones. En respuesta a las críticas de las últimas semanas, ha hablado de transfuguismo, pero para pedirles a los diputados socialistas que no sean “tránsfugas de sus votantes, de sus principios, ni de la Transición.”
Feijóo ha hablado también del comunicado que publicaron en la tarde de ayer el PSOE y el PSC, en el que señalaban la autodeterminación como línea roja en la negociación, y abogaban por “un diálogo que ha de servir para superar la división y no profundizar en la ruptura.” Respondían así a la firma de una resolución conjunta de Junts y ERC con la que rechazan una investidura de Sánchez si no se compromete a “trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración del referéndum”.
Esto ha convertido la investidura fallida en una “moción de censura”, tal y como dijo Cuca Gamarra el lunes en una equivocación que al final no lo ha sido tanto. Y es que se ha hablado de una amnistía que aún no se ha pactado, que tendría que poner en marcha un gobierno que todavía no se ha formado. El PP lleva toda la semana defendiendo que no es que la investidura haya fracasado, sino que Feijóo, pudiendo gobernar, ha decidido no hacerlo. Una manera de decir “conmigo esto no pasaría nunca”.
El PSOE vuelve a recurrir a su carta sorpresa
Óscar Puente ha vuelto a intervenir en la sesión de hoy. A pesar de la invitación de Feijóo a Sánchez a “dejar de esconderse” y hablar de la amnistía, el presidente en funciones ha seguido con la estrategia que lanzó el martes. Una decisión que sorprendió incluso a la bancada socialista, en la que solo cinco o seis lo sabían. Eligieron a un diputado que podía referirse a Feijóo “de ganador a ganador” porque, aunque ganó las elecciones en Valladolid, no sumó los apoyos para gobernar.
Brotaron entonces los gritos de “¡Cobarde!” a Sánchez, un mensaje que hoy se ha diluido, de forma más respetuosa, en los discursos de Feijóo y Gamarra. Algunos tomaron la decisión de Sánchez como una falta de respeto, y otros como una jugada hábil. Lo que es evidente es que con ello Sánchez ha conseguido librarse hasta el final de un debate amargo que le persigue y del que no da ninguna explicación.
Puente ha utilizado su habitual tono duro y directo, hoy menos irónico que el martes. Ha acusado a Feijóo de utilizar a la Corona “para coronarse líder de su partido”, en lo que ha definido como “simulacro de investidura”. Además, ha animado a Feijóo a aprender de Sánchez, tras decir que “Los verdaderos líderes se forjan en las ocasiones en las que no juegan con ventaja o con las cartas marcadas”.
Investidura fallida, pero victoria para Feijóo
Feijóo ha repetido estos días esa idea de que él no gobierna porque no quiere, algo que todos, incluso él, saben que no es cierto. Aitor Esteban le dejó muy claro el miércoles que, si quería contar con ellos, tenía que “empezar descontando 33”, que son los diputados de Vox. Y en su intervención de hoy reiteraba: “A su partido y al mío, hoy, les separa un abismo”.
Los independentistas apenas han hecho mención a una amnistía que dan ya por descontada, y le han reprochado a Feijóo no haber hecho ninguna propuesta para resolver el conflicto entre Cataluña y España. En un guiño al referéndum, Míriam Nogueras (Junts) ha dicho que “votar no es dividir”, sino consenso. Además, Gamarra ha pedido que se retirase del libro de sesiones la referencia que ha hecho Teresa Jordà (ERC) a la Policía Nacional y la Guardia Civil como “piolines”.
Desde Sumar, han criticado las mentiras de Feijóo en su discurso del martes, que incluyó más de un dato económico incorrecto. Y le han reprochado sus pactos con gente que “se ríe cuando tenemos minutos de silencio para condenar la violencia machista”. Bildu, en la misma línea, ha insistido en que, en democracia, “los derechos fundamentales no son materia de debate”.
Por su parte, Cuca Gamarra ha advertido de que “el virus del sanchismo sigue avanzando” y ha señalado a Feijóo como un líder valiente que habla con trasparencia, frente a otro que se esconde, refiriéndose a Sánchez. Esto es una muestra más de que Feijóo no ha fracasado, porque ha conseguido su verdadero reto: superar la prueba interna de su partido. De hecho, cuando el miércoles Ángela Vera, periodista de La Sexta, le preguntó si seguiría como líder del PP en la oposición, él sonrió y respondió: “Después de este resultado, creo que hay pocas dudas.”
¿Qué debemos esperar ahora?
El PSOE sigue con sus negociaciones “discretas”, con el objetivo de que la investidura de Sánchez sea cuanto antes, a ser posible en octubre, aunque el PSOE tiene de margen hasta el 27 de noviembre. La semana que viene, en principio el lunes o el martes, el rey hará una nueva ronda de consultas, y será cuando, casi con toda seguridad, propondrá a Sánchez. El líder del PSOE no tendrá aún asegurados esos 178 escaños (o 179 si finalmente se suma Coalición Canaria), y ERC y Junts se niegan a pasar por la consulta como protesta por la posición del rey en el procés.
A partir de ahí, Sánchez puede reunirse con Francina Armengol el mismo miércoles, como hizo Feijóo, o esperar a asegurarse los apoyos. Si en una primera ronda consiguiera sus 178 síes, no sería necesaria una segunda, como ha pasado con la investidura de Feijóo. Se trata de buscar algo más que un acuerdo para la investidura, una legislatura lo más estable posible; algo que será un poco complicado teniendo en cuenta que el PP controla el Senado.
Pero tras el cambio de rumbo de las últimas horas, si los independentistas colocan la autodeterminación como condición indispensable, el escenario más probable será el de la repetición electoral. La campaña electoral, que duraría solo una semana, arrancaría el 5 de enero; y las elecciones se celebrarían el 14 de enero.